Aunque actualmente el CGI ha substituido a muchos de los antiguos trucos de los efectos especiales, y que eran una mezcla entre ciencia y arte, lo cierto es que la computadora no acabó con ellos totalmente. Si bien se usan en forma mucho menor, lo cierto es que aún hay espacio para los viejos trucos, y es muy probable que, a menos que se de algún cambio muy violento, éstos seguirán existiendo durante algunos años más.
Algunos directores, por ejemplo, siguen prefiriendo ciertas técnicas como el stop motion, para darle a su trabajo el valor artesanal. El Fantástico Señor Zorro, por ejemplo, se valió del mismo para prácticamente la totalidad de su producción.
En otros casos, es necesario que el actor interactúe con algo más cercano, para que los movimientos y las expresiones sean más realistas. Manos o cabezas de ciertas criaturas son usadas para los close-ups o las interacciones más directas con los actores, incluso aunque las gran mayoría de las escenas se realicen en animación por computadora.
En otros casos, el tamaño y la duración de la escena no justifica en costos el uso de la tecnología computarizada, por lo que se usan los efectos clásicos para abatir costos. En The Tooth Fairy, algunos vuelos se hicieron con la técnica del arnés con cables, mientras que las más largas y complicadas se valían de la pantalla verde, dependiendo de la complejidad.
Como podemos ver, actualmente son más las excepciones que la regla, pero es un hecho que aún son útiles, y seguramente los veremos surante algunos años más, o hasta que aparezca algo que los pueda substituir al 100 %.