Existen pocos actores que hayan creado una leyenda tan grande que sobreviviera a travès de más de ochenta años, y es muy posible que siga siendo un referente en el futuro. Obviamente, hablamos de Bela Lugosi, que tras de decenas de cintas, sique siendo el Drácula más identificable: Bela Lugosi.
Béla Ferenc Dezsö Blaskó inició su carrera en el teatro, en su natal Austria-Hungria, de donde tuvo que huir al terminar la I Guerra Mundial, estableciéndose en los Estados Unidos, cambiando su nombre por Bela Lugosi. Ahí, se hizo célebre por su encarnación de Drácula en el teatro, lo que hizo que Estudios Universal lo seleccionara para la adaptación cinematográfica, lo que literalmente lo catapultó al estrellato. A partir de ahi, se convirtió en una de las grandes estrellas de esta empresa, siendo uno de los principales responsables de la creación del Universo de Terror que definió esa época.
Desafortunadamente, sus inclinaciones de izquierda se dieron a conocer, por lo que fue incluido en la lista negra de Hollywood. En esa época, se vio obligado a aceptar literalmente cualquier papel que le ofrecían, hasta que terminó haciendo equipo con el considerado el peor director de la historia: Ed Wood.
Bela Lugosi moriría el 16 de agosto de 1956, de un ataque cardiaco, pero su leyenda sigue estando vigente hasta la fecha, pues como el mítico vampiro, es inmortal.