Si tuvieramos que elegir alguna vez el placer culpable por excelencia, seguramente esta estaría en primer lugar. Filmada en 1986 por John Carpenter, aún no se sabe si era una parodia o realmente pretendió ser seria. La historia de un camionero que tiene que enfrentar a obscuras fuerzas místicas dentro del Barrio Chino eran el pretexto para ver a Kurt Russell metido en peleas con coreografías ridículas, efectos especiales espectaculares, pero exagerados, y un guión que apenas se sostenía. A pesar de todo ello Big Trouble in Little China es una garantía de diversión, pues no para uno de reir en toda la cinta. Si eso era lo que realmente buscaba Carpenter, podríamos calificarla de obra maestra.