Saltos de cámara

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Uno de los errores más comunes de cualquier amateur está en los llamados saltos de cámara, que son una parte indispensable de cualquier producción. Recibe ese nombre el cambio que se da de una toma a otra, ya sea para cambio de escena, el centrarse en una cierta vista, o simplemente para darle dinamismo. Generalmente, se habla del salto como si fuera un error, pero en realidad, todas las cintas tienen saltos, el error es cuando es notorio.
¿Cómo evitar que tus saltos de cámara lleguen a verse obvios? Existen varios elementos, pero ahora mencionaremos exclusivamente los más usuales.

  • Nuca dejes que tu ángulo varíe más de 45 º de una toma a otra en movimiento, y siempre de forma justificada. Si el movimiento de la misma se hace con más de esta medida, se notará forzado.
  • Siempre asegúrate que haya más de un plano de diferencia de un cambio a otro. Esto es, si tu primera toma fue un plano cerrado, la siguiente debe de ser mínimo un americano. Del mismo modo, evita volver de uno al otro más de dos veces seguidas.
  • Cuando la escena sea fija, asegúrate que la cámara esté a la misma altura en los cambios de toma, especialmente si están interactuando dos o más personajes.
  • Tu luz debe de mantenerse constante, o variar de una manera lógica. Si una de tus tomas es demasiado obscura, y la siguiente tiene más luz, el espectador lo notará de inmediato.
  • Nunca hagas un cambio de toma a mitad de una frase o sonido, a menos que sea totalmente justificado, y aún así, es algo muy difícil de lograr, por lo que evítalo a menos de estar 100 % seguro del efecto.
  • El volumen debe de mantenerse constante en toda la escena.
  • Pon especial atención a la distribución de tus fondos. El que una pintura aparezca en una toma, y no esté en la siguiente, se nota de inmediato

Estos son apenas los puntos más elementales. Tómalos siempre en cuenta al momento de que realices tus escenas.