Shine a light. Scorsese: la piedra rodante perdida.

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Shine a Light. USA (2008)

  • Dir. Martin Scorsese
  • Reparto: Mick Jagger, Keith Richards, Charlie Watts, Ronnie Wood. Artistas invitados: Christina Aguilera, Buddy Guy y Jack White.

Calificación: 5 estrellas ( soy fan, ni modo)

Inexplicablemente tarde, después de casi un año de su estreno a nivel  mundial, y cuando el DVD y el soundtrack tienen varios meses a la venta, llega  las salas mexicanas Shine a Light, el documental-concierto que sobre los Stones dirige Martin Scorsese.

La cinta cuenta la crónica de un pequeño concierto que dan los Stones en Nueva York, organizado por los Clinton. Por ahí vemos a desfilar al Presidente, a la Senadora con su mamá y otros invitados.  Pero en realidad es una anécdota superficial, porque el plato fuerte son las casi dos horas de música que los Stones nos regalan de manera generosa, y quizás estando ubicados en una posición privilegiada, dificilmente difícil de conseguir en la vida real: dentro del escenario y en backstage.

El oficio y la experiencia se dejan sentir por todos lados: Scorsese se hace presente coordinando todos los detalles y cuidando el proceso personalmente. Los Stones demuestran que se puede ser la banda más influyente del mundo ( si, que me perdone Bono. Él sabe que lo tengo en alta estima) y no por ello descuidar la disciplina.

Scorsese nos da además algunas pistas para entender que es lo que hace que 4 sesentones sigan siendo la banda que gana millones de dólares en giras, que sigue grabando discos y levantando pasiones donde se presenta. Si no fuera cineasta "Marty" -como le dicen los abuelitos del rock- podría considerarse el 5to. Stone. Una especie de Brian Epstein en versión geriátrica.

En general, siempre es una delicia escuchar a los Stones. Verlos en pantalla grande y en primera fila es como hacer realidad un sueño. Para todos los fans y amantes de la música en general, no podrán perderse esta atinada combinación de talentos.

Lo mejor:

  • Scorsese hace una interesante selección de fragmentos de entrevistas que los Stones han dado a lo largo de los años. Son cortas y cuidadosamente seleccionadas, donde vemos como estos cuatro chicos solamente se enfocaron en el día a día, una estrategia efectiva para sobrevivir. Chicos sorprendentemente enfocados en el aquí y el ahora,  además manejan una postura no confrontativa con los medios, en lo que parece ser la clave de su supervivencia. Muy recomendable.
  • Ustedes no están para saberlo, pero para mí, el momento cumbre de un concierto de los Stones es cuando cantan Simpathy for the devil. Siempre es el momento majestuoso y creativo donde Jagger se revela como el original  líder de sus Satánicas Majestades. He pagado los boletos para verlos 3 veces solamente por ese momento. Y debo decir que la versión fílmica no decepciona.
  • Mis respetos y toda mi admiración para Charlie Watts. El de baterista es un puesto que exige un enorme esfuerzo físico. Watts libró una amenaza de cáncer hace unos años y es impresionante ver como el señor aguanta todo el concierto tocando la batería. Sin embargo, Scorsese lo filma cansado, en ratos agotado, como para que valoremos el esfuerzo de un hombre de 60 años que sale a entregar su talento como si fuera la primera vez.

Lo peor:

  • Los Stones tienen un extenso catálogo, imposible de reunir en cada tocada. Sin embargo la selección nunca te deja satisfecho. Siempre quieres más. Y esta lista dejó fuera muchos clásicos que si les hemos oido tocar en vivo. (¿qué pasó con Angie?)
  • El hibrido entre documental, concierto y crónica parece complicado de entender. Se disfruta, pero los que van a oir música se desesperan, los fans adoran ver la comparación con varios años de por medio, y la mayoría se pregunta ¿ qué hace Scorsese organizando un concierto de rock?