Shrek Para Siempre. Shrek Forever and after. USA (2010)
- Dir. Mike Mitchell
- Reparto (Voces): Mike Myers, Cameron Díaz, Eddie Murphy, Antonio Banderas. En español: Alfonso Obregón, Dulce Guerrero y Eugenio Derbez
Calificación 3
La historia del ogro que logra cambiar el clásico cuento de hadas, y de hecho, la manera de leer los cuentos clásicos, llega a su fin con esta cuarta entrega. Un cierre muy anunciado, que en realidad deja un buen sabor de boca, pero nada más que eso. Comparado con el cierre que hace Pixar con Toy Story 3, éste la verdad es que se ve forzado, limitado y contradictorio con las anteriores secuelas de la historia.
Llegamos al punto en que Shrek se cuestiona si de verdad es feliz con una vida de familia, con una esposa, hijos y dejando de ser para los demás un ogro aterrador. Una crisis de edad (¿será algo así como la comezón del séptimo año o la crisis de los cuarenta en versión ogro?) lo lleva a desear por un día poder ser el de antes. Es así que Rumpelstinski -quien ahora sabemos estuvo a punto de quedarse con el reino a cambio de quitarle el hechizo a Fiona- encuentra en esta debilidad del ogro la oportunidad de vengarse.
El caso es que Rumpelstinski había hecho una aparición fugaz en el bar en la tercera entrega, una imagen completamente diferente y una personalidad que ahora resulta es determinante para el final de la historia. Primera falla de continuidad, digamos. Por otra parte, si los papás de Fiona ya habían tratado de liberarla de hechizo y habían desconfiado del Hada Madrina, ya que ahora resulta que buscaron otras opciones a escondidas, ¿porqué se sorprenden en la segunda entrega cuando se enteran de todos sus malos manejos? Y tampoco entendí de manera lógica porque Rumpelstinski se alía con las brujas.
Pero más allá de eso, la película plantea la posibilidad de que las cosas hubieran ocurrido de manera diferente. Y algunas paradojas de tiempo y espacio que resultan complicadas, pero que finalmente logran transmitir el mensaje de que puede que tengamos la felicidad frente a nosotros y no sepamos reconocerla.
Lo más destacable a mi juicio, es el cariz y el crecimiento que tiene el personaje de Fiona, afirmándose nuevamente como una antiprincesa que no espera a ser salvada. Una guerrera fiera e indomable, que sin embargo es capaz de reconocer cuando los sentimientos son verdaderos y no duda a la hora de escoger el verdadero amor. Un gran mensaje por encima de los tradicionales papeles de las princesas al estilo Disney. Fuera de eso, es más de lo mismo.Además se extrañan las inclusiones de pequeñas parodias a otras películas y un soundtrack que no tiene el buen gusto de las versiones anteriores, dondo escuchamos a Led Zeppelin y Paul McCartney, o composiciones de Leonard Cohen y David Bowie por ejemplo.
Divertida, palomera, entretenida. Y ya. No vale la pena pagar el 3D, pero seguramente a los niños les gustará verla en ese formato. Y ya nada más por los muchos ratos de carcajadas en todos estos años, y por haber crecido con nuestros hijos: Gracias Shrek, y hasta siempre!
Lo mejor:
- ¡Fiona! se ve genial en su versión Valkiria.
- Genji como gladiador con las galletas de animalitos... muy divertido.
- El gato obeso... todavía más divertido.
- ¡El mojito!
- La frase: ¿Y dónde estabas cuando me tuve que liberar sola de la torre? ¡wow! una gran lección chicas, de verdad que sí.
- El burro mordido por la dragona cuando intenta ser romántico con "Hello" de fondo... yo la verdad hasta aplaudí.
- La inclusión al final de la versión original de Los Monkeys, I´m a believer, que identificamos desde el principio con la historia. Vale la pena que los niños sepan que es un cover.
Lo peor:
- Ningún giro de tuerca realmente soprendente.
- Fallas de continuidad que con las otras partes de la historia
- Un soundtrack que no está a la altura de las versiones anteriores
- Un desperdicio el Flautista de hamelin. Una figura tan interesante se limita a tocar la flauta para encantar con toques de soul.
- Y se acabó... y felices por siempre...¿ y ya? No sé, pero creo que bajo esa premisa acabaron todas, o sea que la posibilidad de que sigan haciendo películas parece vigente.