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Rose McGowan se ha vuelto muy vocal de sus problemas con la industria de Hollywood en los últimos tiempos, sobre todo cuando se trata de algunos de los sexismo que ha visto y experimentado. Hace un par de meses, la actriz de Charmed causó la tormenta, cuando ella llamó a Adam Sandler para los requisitos de vestuario para una audición en su película. Se terminó perdiendo McGowan el trabajo, y, posteriormente, su agente, pero que sólo se ha encendido una llama para la actriz, haciéndola aún más vocal de sus problemas con la industria de la actuación. Ahora, McGowan va un paso más allá y ridiculizando algunos de los directores con los que ha trabajado previamente.