Eli Roth

The Green Inferno Poster

Crítica a The Green Inferno, 2013

Que difícil debe de ser querer hacer un remake o adaptación y cuando de éste no se obtienen los derechos, entonces optar por “un homenaje” a una cinta, libro, historia, novela. Esto no es malo. El extraño mundo de Jack (Nightmare Before Christmas, 1993) es de todos sabido que en realidad nació porque eran muy caros los derechos de la obra “How the Grinch stole christmas” del maestro Theodor Seuss Geisel mejor conocido como Dr. Seuss. Por lo que el joven director y productor Tim Burton trabajo junto a su amigo Henry Selick y nos ofrecieron una película/historia superior a la obra original por su arte, producción, diseño de personajes y música. Como éste, otros ejemplos muy buenos también han sido: Darkman, 1990; Zombie, 1979; StarWars, 1979 y más recientemente Avatar, 2009.

Pero es aquí cuando llegamos a los plagios o robos descarados que nos traen obras totalmente basadas en otras y que encubren su falta de imaginación en los huecos legales de un nombre, una historia no registrada o bien en el supuesto homenaje a una o varias cintas: Piranha, 1978; The Lion King, 1994, Kill Bill, 2003; Toy Story, 1996, bla, bla. Que consté que aquí no cuento los Muckbusters o las producciones de la Asylum como Transmorphers, Ratatoing, Karate Panda y verdaderos bodrios que no vale la pena mencionar (siquiera ver), sino aquellas películas que valiente o cobardemente toman a otra para basar su narrativa, edición, dirección, estilo, fotografía, escenas. (cof! Cisne Negro… cof!.. Perfect BlueInception… cof.. cof.. Paprika).

Ruggero Deodato
Escena del Clásico de Culto "Holocausto Canibal", Ruggero Deodato, 1980.

Lamentablemente aquí es donde caemos en "The Green Inferno, 2015" de Eli Roth, director que saltó a la fama con la Cabaña Sangrienta (Cabin Fever, 2002) y luego Hostal (2005). "Canibales" como también se título, es una película supuestamente homenaje a la obra de culto “Holocausto Canibal” y que supone que por sus altas dosis de gore logrará entrar en el historial colectivo de esta generación, adaptando la misma historia que la obra maestra de Ruggero Deodato, pero con una narrativa diferente e incluyendo incluso el supuesto mensaje social que nos deja la primera. Pero mientras Holocausto es una obra que criticó, propuso y se categorizó como de culto, sumado a ser la precursora de un estilo cinematográfico que se adelantaría por decadas (found footage) a su época. Green Inferno no pasa más allá de un plagio con altas dosis de gore. Los actores son malos, la historia es mala, el ritmo es malo, la actriz (¿alguien dijo fan Service?) es malo (¡si! Hasta el fanservice es malo) . Y el final... el final es tan poco creativo como el título de la cinta.

Pero…

The Green Inferno Scene
The Green Inferno Scene

¿Malo es malo o malo es entretenido? Curiosamente, la cinta, pesé a la descripción, es tan mala que resulta entretenida en un morboso juego para llegar al gore final y éste esta magistralmente ejecutado por el maestro “Gregory Nicotero” (Si, así firma en esta cinta). Lo que nos lleva a lo que finalmente queríamos ver “sangre”, “situaciones incomodas”, “depravación visual y muy gráfica” (absurda, pero gráfica) y gente devorando a otra gente. ¿Esto la salva? ¡Si! Por increíble que parezca al menos los últimos 15 ó 20 minutos de pietaje con todo y su absurda resolución hacen que valga la pena. No será un clásico, no tendrá el impacto de la obra original que desea plag... digo homenajear, no será una película prohibida; pero para los amantes del horror visual seguro que la disfrutaran. Si no eres de estos, ni te acerques.

Mi calificación 5 de 10 (**) Mi Calificación como GoreAdicto 6 de 10 (**1/2)

  • Lo Bueno: ¡Sangre! ¡Sangre! ¡Sangre! ¡Sangre!
  • Lo Malo: Pretenciosa, larga y con muy contrastantes niveles de actuación en una absurda trama (hasta en ese universo es absurda, créanme).

 

Eli Roth dirigirá al tiburón más aterrador y descomunal

En una expedición ultra-secreta a la fosa más profunda del océano Pacífico, Jonas Taylor se encontró frente a frente con el depredador más grande y feroz en la historia del reino animal.Taylor, único sobreviviente de la misión, está obsesionado con lo que asegura haber visto, pero aún no puede probar su existencia: un Carcharodon megalodon, el gigantesco antecesor del gran tiburón blanco. El megalodonte prehistórico promedio pesaba veinte toneladas y podía hacer pedazos a un Tiranosaurio rex en cuestión de segundos. Taylor, considerado un lunático que sufre trastorno de estrés postraumático, se niega a olvidar las profundidades que casi le cuestan la vida. A la sombra de un doctor en paleontología, Taylor pasa años teorizando, dando conferencias y escribiendo sobre la posibilidad de que el megalodonte aún habite en los niveles más profundos del mar.