Flash Dance

De Fama a Glee pasando por High School Musical.

Fame

El inminente estreno del remake de Fama pone sobre la mesa la discusión sobre los musicales, el porqué resultan tan atractivos este tipo de formatos y cómo es que  han podido rehacerse usando  fórmulas similares para mantenerse finalmente en el gusto del público.

Fama (Fame, 1980) la película original, estuvo dirigida ni más ni menos que por Alan Parker, quien después de este trabajo realizaría otro musical  emblemático para toda una generación, aunque de corte muy distinto. En 1982, dirige Pink Floyd the Wall, un experimento interesantísimo, donde la historia del álbum concepto más relevante de la hsitoria de la música es llevado a la pantalla. La maestría de Parker para entender la indisoluble relación entre el cine y la música queda también de manifiesto en Birdy (1984) musicalizada enteramente por el ex Génesis,  Peter Gabriel.

Pero Fama resulta un éxito taquillero en todo el mundo, porque abordaba problemáticas juveniles - actuales en aquella época- aderezadas con bailes y canciones. Como muchos  experimentos de cintas sobre jóvenes bailando y queriendo triunfar, recreó los clásicos estereotipos, pero los hizo más reales. Mejor aún: la mirada no se detenía en los talentosos y populares, sino en los segregados (losers, pues) que podían demostrar que cuando se quiere se puede.