Por Victor Omar Uribe
La puesta en marcha de la adaptación fílmica de Memoria de mis putas tristes, la última novela de Gabriel García Márquez, ha quedado cancelada ante la retirada de la inversión que el estado de Puebla otorgaría.
La cinta, una coproducción entre México, España y Dinamarca, tenía un presupuesto estimado en ocho millones de dólares. El gobierno de Puebla había anunciado a mediados de septiembre que aportaría el 20 por ciento del financiamiento.
Pero, ¿cómo diablos empezó este vergonzoso escandalito?