Tarantino quiere otra aventura para los Bastardos sin Gloria

| |

alajandroramirezelirothdanielamicheltarantinoycuauhtemoccardenas. Photo By Victor Omar
Alajandro Ramirez, Eli Roth, Daniela Michel, Tarantino y Cuauhtemoc Cardenas. Photo By Victor Omar

Por Víctor Omar

Quentin Tarantino dedicó 50 minutos a responder preguntas y respuestas de los medios que acudieron a la ciudad de Morelia.

Los organizadores del Festival se guardaron muy bien el dato de la llegada de Tarantino. Pocos supieron que el realizador llegó a esta ciudad antes antes medio día de este sábado en un vuelo privado. Salió del aeropuerto escoltado por tres camionetas de la Policía Federal Preventiva a su hotel donde estuvo unos minutos, y después lo trasladaron al lugar donde daría su rueda de prensa, la cual como habrán de imaginarse, estuvo atascada de reporteros que por una hora, se convirtieron en adoradores de Tarantino.

El director de “Kill Bill” se dio su tiempo para dejarse fotografiar, saludar y bromear con los fotógrafos.

La ansiedad por escucharlo llegó  a su fin.

De entrada, Tarantino anunció que no dejará en paz a sus “Bastardos sin Gloria”.

“Podría hacer una precuela o una secuela, no lo tengo claro, pero estoy bastante intrigado en conocer más a fondo a los personajes; ya sea a dónde fueron después de aquí, o cómo llegaron hasta aquí. Definitivamente no quiero dejarlos atrás todavía”.

El realizador fue cuestionado sobre el exceso de violencia en sus películas y sobre todo la forma en que esta puede incitar a que  los espectadores la trasladen a la vida real, en un momento en que el México se encuentra secuestrado por el crimen organizado.

“Para mí las películas son sólo eso, los filmes son una forma de arte, de expresión y si la violencia forma parte de tu sello como artista, entonces es más bien algo estético. Tú decides verla o no verla.

La violencia que ustedes viven por los carteles, la mafia y los secuestros, no es una cuestión de estética, es algo que se tiene que enfrentar todos los días, esa situación también se vive en Estados Unidos, en Japón y en el mundo, lo sé y lo veo, por eso siento empatía con lo que sucede en la sociedad mexicana”.

Para Tarantino  no existe ninguna hipocresía o contradicción en "amar la violencia en las películas, pero no en la vida real" y recordó que libros como la Biblia son realmente crueles y nadie se escandaliza.

El director tiene entre sus planes hacer algo en México y rodar un western porque es uno de sus géneros preferidos y quiere rendirle homenaje. Sin embargo, se le recordó que en algunas de sus películas le ha hecho guiño al western.

“Creo que hay cierta familiaridad en mis películas con respecto a otros géneros, pero tiendo a pensar que lo que hago es re imaginar un género que me gusta, y que lo hago para un nuevo público pero a mi manera”.

En la conferencia Tarantino se hizo acompañar de Eli Roth, quien también actúa en “Bastardos sin Gloria”.

El actor quien durante el festival presentará en función especial su película Hostel, confirmó lo exigente que es Tarantino como director.

“En el set de filmación es muy cálido. Te apoya y da sugerencias en todo momento para enriquecer a tu personaje. Pero si al momento de rodar no estás preparado, te despide. Todos los actores tenían que dar el 100% frente a la cámara o de lo contrario te mandaba a casa. No hay margen para errores con él. He aprendido muchísimo con él sobre dirección, todo se trata del guión, de practicar y lo último es la cámara, realmente te sientes muy cómodo con quien eres, pero sí, es un trabajo duro”.

Eli Roth apoyó el punto de vista de Tarantino respecto a la violencia.

“La violencia en las películas es estética, pero nos gusta porque sabemos que es falso, es una representación de lo que sentimos y de lo que nos duele. Podemos fantasear con ella y no hace daño, al contrario puede ser terapéutica. Les cuento que soy judío, y mis abuelos vienen de Polonia, tengo muchos parientes que murieron en el holocausto, y yo crecí en medio de muchas fantasías, y una de ellas era ver morir a Hitler. Te desahogas, lo gozas, pero no pasada nada, no tiene porque trascender al mundo real”, comentó el actor.

Al terminar la conferencia, decenas de periodistas cual groupies, se abalanzaron sobre Tarantino en busca de un autógrafo en libretas, ediciones especiales de DVD y lo que tuvieran a la mano, cualquier cosa era buena para llevarse un recuerdo del director.

Posteriormente, Tarantino, Eli Roth y las cabezas del festival se trasladaron al Cinépolis Morelia Centro, donde develaron una placa conmemorativa de la Séptima Edición del Festival, en medio de gritos, empujones y el entusiasmo desbordado de una multitud de seguidores que atascó las afueras y el lobby del cine.