Tarzán es uno de los personajes que ha sabido envejecer de mucho mejor manera, pues a pesar de que se han realizado diversas versiones, sigue estando vigente. En esta última cinta, realizada en animación CGI, se intenta no sólo transplantarlo a la época moderna, sino que se le busca relacionarlo más con las temáticas de moda. El joven Tarzán es ahora el heredero de una gran industria, y el accidente que lo lleva a vivir con los gorilas no fue tal. Conjuntando algunos elementos de ciencia ficción, retoma aspectos de ecologismo y las amenazas corporativas. Es notable como Jane es un buen contrapeso para el personaje, aportando el aspecto civilizado, mientras que el segundo nos muestra un punto más primario. Si bien se toma algunas libertades, mantiene la esencia del original, incluso mejor que muchas otras versiones, dándonos una historia que puede ser disfrutada sin problemas tanto por niños como por adultos. Una excelente recomendación, que algunos han estado pasando injustamente por alto.