Terror, horror, misterio, suspenso y shock

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Muchos espectadores de cine suelen utilizar las palabras terror, horror, misterio y suspenso de forma indistinta, cuando en realidad, cada uno de ellos tiene un uso bien definido, y con diferencias muy claras. De hecho, existe un quinto término, el shock, que rara vez escucharemos, pero que es parte de esta misma línea. En esta ocasión, trataremos de definir cada uno de ellos con claridad.

  • Terror: Es el tipo de historia en donde el protagonista enfrenta a la amenaza de manera continua. Los miembros del equipo van muriendo poco a poco, o las trampas aparecen a cada momento. Ahí no hay mucho espacio para meditar, sino que es básicamente reaccionar, pues son pocos los momentos en que pueden tener un respiro.
  • Horror: Es aquel en donde el protagonista va descubriendo poco a poco ciertos elementos, que lo hacen darse cuenta que algo en lo que confiaba, o se sentía seguro, en realidad no lo es. En la historia, estará esperando a que ocurra el golpe final, o tratará de adelantarse antes de que éste ocurra.
  • Misterio: Es el opuesto del horror, pues en éste, en un principio se sabe que hay un peligro, y que existe la amenaza, pero durante la historia, se van descubriendo los elementos para detenerlo y conjurarlo. En esta categoría, usualmente los protagonistas no son amenazados, pero deben de evitar el daño a un tercero.
  • Suspenso: En este caso, los protagonistas ignoran que existe un peligro, pero el espectador lo sabe. En esa ignorancia, los caracteres irán acercándose cada vez más a su destino sin saberlo, lo que aumentará la tensión del espectador.
  • Shock: Aquí, la historia presenta situaciones que incomodan al espectador, ya sea por lo gráfico de las imágenes, o la crudeza de la situación. Contrario a lo que muchos describen, realmente no genera miedo, sino disgusto, aunque eso no le quita su valor de provocar una emoción.