Por @carolinnatas
Después de la trágica muerte de sus padres, las gemelas Sara y Jess Price (Natalie Dormer), aprendieron a cuidarse mutuamente; aunque, más seguido que lo contrario, era Sara la que llegaba a salvar a Jess cada vez que esta última se metía en problemas. Ahora adultas, el par permanece cercano a pesar de vivir a miles de kilómetros de distancia, y como gemelas, comparten un vínculo especial, siendo capaces de sentir cuando la otra está en un dilema. Cuando Sara despierta de una escalofriante visión de Jess corriendo atemorizada, toma el siguiente avión a Tokio para llevarla a casa.
A su llegada, Sara se entera que su hermana –quien había estado desempeñando un rol como maestra en una escuela japonesa- había viajado sola al bosque Aokigahara, (también conocido como el bosque del suicidio), un lugar situado en la base del Monte Fuji, al que por décadas, miles de personas han acudido a acabar con sus vidas. Cuenta la leyenda que los espíritus (llamados también Yürei) de quienes pierden su vida ahí, permanecen para alimentarse de las emociones de aquellos que entran posteriormente. Dentro de la cultura japonesa, es un lugar respetado por los locales, quienes piensan que lo que ocurre ahí, es algo mucho más perverso.
Convencida que su hermana sigue viva, Sara se prepara para entrar al bosque, haciéndose de la ayuda del periodista australiano Aiden (Taylor Kinney), y el guía local Michi (Yukiyoshi Ozawa), quien les hace saber dos reglas del bosque: “no se aparten del camino”, y “cualquier cosa extraña que vean, no existe, todo está en su cabeza”. Naturalmente, el bosque tiene sus propios planes para Sara, mientras los espíritus empiezan a atormentarla física y mentalmente.
El filme, titulado para Latinoamérica ‘El Bosque Siniestro’, es el debut como director de Jason Zada, quien no pierde tiempo en involucrar elementos supernaturales a su cinta, haciéndonos saber que tiene ojo para los aspectos técnicos de su labor, pero no así para el contenido histriónico. El producto final, es reflejo tanto de su ambición, como de su inexperiencia. Es claro que Zada y su equipo, pretendían hacer una buena película, desafortunadamente, en el transformar su escalofriante premisa en una memorable cinta de terror, quedó corto.
La cinta, depende en gran medida del terror psicológico en lugar de las habituales producciones tipo gore de hoy en día. Aun así, en su mayoría, los sustos no fueron efectivos. Por su parte, Natalie Dormer hace su correspondiente labor como scream queen. Los guionistas Nick Antosca, Sarah Cornwell y Ben Ketai, le otorgan "armas” para mantener al público interesado en su misión, pero algunas de sus reacciones a las situaciones que van apareciendo poco a poco en Aokigahara, ponen al personaje en desacuerdo con cualquier base creíble previamente lograda.
El elenco de reparto es mayormente unidimensional, ya que parece estar creado para añadir textura al trasfondo de Sara, o explicar el conocimiento del bosque, con excepción de Aiden (Kinney), quien es un compañero funcional para la protagonista, caminando una línea delgada entre amigo y enemigo, mientras el bosque empieza a distorsionar la realidad.
La película está en su mejor momento cuando Sara y compañía hacen su entrada al lugar, sin embargo, después de atrapar a la audiencia con detalles inquietantes del mundo real de este, las motivaciones y acciones de los personajes, se deslizan en frustrantes clichés. Como resultado, el crédito que el cineasta gana en el buen primer acto, se acaba tan pronto como los protagonistas cometen actos tontos.
Es una pena ya que debajo de estos desperfectos, están las bases para un mucho más interesante filme. Zada muestra un claro respeto por la cultura japonesa, con llamativas imágenes y comprensión de la mitología, dando espacio para que la cinta explique la naturaleza vengativa de los Yürei.
Habiendo dicho eso, el producto se siente como una oportunidad desperdiciada. La audiencia que no se encuentre en busca de la más reciente sensación del terror, podrá obtener un pedazo competente de cine, uno que intenta mezclar drama y terror en una historia de fantasmas.
Al final, 'The Forest’ batalla al hacer balance entre verdad y ficción. Aokigahara y la mitología japonesa, son un escenario ideal para realizar una historia fantástica del género, pero el relato de su director, va de sustos habituales a brincos débiles, culminando con un acto final que no recompensa a la historia. Si tan sólo el filme no se hubiera salido del camino, podría haber encontrado su chispa creativa, y ser mucho mejor en múltiples niveles.
FICHA TÉCNICA
Título: El Bosque Siniestro (The Forest)
Dirección: Jason Zada
Guion: Nick Antosca, Sarah Cornwell, Ben Ketai
Reparto: Natalie Dormer, Taylor Kinney, Yukiyoshi Ozawa, Eoin Macken
Género: Terror
Duración: minutos
Año: 2015
País: Estados Unidos
Fotografía: Mattias Troelstrup
Música: Bear McCreary
Distribuidora: Diamond Films
Fecha de estreno: 19 de febrero de 2016