The Man From Earth, el cine que hace culto

Por Nicolás Afonso

Antes de morir, Jerome Bixby, un poco conocido guionista cuya mayor contribución había sido Viaje Fantástico (Un viaje Alucinante en España, Richard Fleischer/1966) dejó escrito lo que cualquiera consideraría un desafío. Una película de cine fantástico, sin más efectos especiales que una chimenea encendida durante la mayor parte del metraje basado en la leyenda rumana de Kim Rose, una criatura con aspecto humano que ha surcado la faz de la tierra durante miles de años.

El testigo lo recogería más de 10 años más tarde, Richard Schenkman, un director independiente neoyorkino para crear una película que respira bajo presupuesto, y que es la prueba palpable de que el cine de género, no necesita de grandes sumas monetarias ni complicados programas informáticos para impresionar al espectador.

Filmada con cámaras semiprofesionales que dotan la fotografía de un cálido aspecto rugoso, Schenkman dirige un sosegado relato sobre la misma historia del hombre. El argumento nos presenta a un sereno John Oldman (encarnado por David Lee Smith) como un profesor universitario que, a punto de dejar la universidad, recibe la visita sorpresa de algunos compañeros de docencia que deciden darle una despedida.

Comienza así una velada en la que John desvelará que no está nunca más de diez años en un mismo sitio para proteger su secreto, que no es otro que su eterna juventud. Sus escépticos compañeros le interrogarán sobre experiencias pasadas en lo que resulta ser un viaje a través de las eras del hombre.

Nos encontramos ante lo que debería ser una auténtica obra de culto del cine fantástico, cuya poca distribución sorprende habida cuenta la calidad que nos ofrece y que marca profundamente al espectador, que encontrará caras conocidas de buenos secundarios que se encuentran en su salsa en una cinta que gira alrededor, no ya del protagonista si no de la humanidad, de sus logros, sus miserias, y sus anhelos.