La adolescencia es un campo realmente fértil para los cineastas, pues las situaciones que se viven en esos años pueden ir de la más ligera comedia al más profundo de los dramas. Nat Faxom y Jim Rash lo tenían bien claro al lanzarse con este proyecto, en donde se juega un poco con los sentimientos de inadecuación de un joven, que durante unas vacaciones con su familia comienza a sentirse fuera de lugar, y como la amistad con uno de los gerentes del parque acuático le ayuda a encontrarse a sí mismo. Steve Carell hace un interesante papel tragicómico, que resulta muy interesado comparado con lo que hace habitualmente. Una visión novedosa del salto de la adolescencia a la madurez, con una visión muy diferente a lo que hemos visto.