A pesar de que la comedia Think Like a Man tuvo un éxito regular en su estreno hace apenas dos años, parece que fue lo suficiente como para arriesgarse a hacer una nueva cinta, pero sin realmente una intención de cambiar mucho las cosas, sino simplemente apegarse a la fórmula que resultó efectiva en la anterior. Tim Story regresa dirigiendo una película en donde las mismas parejas de la vez anterior vuelven a encontrarse para una boda en Las Vegas, y nuevamente, una serie de malentendidos y confusiones amenazan con estropear toda la ceremonia. Prácticamente, nos encontramos con la misma premisa y situaciones que en la primera, excepto que ahora hay un cambio de lugar, buscando aprovechar toda la serie de situaciones cómicas que sabemos puede dar esta ciudad, aunque eso no deja de ser una salida fácil para la narración. Fuera de algunas excepciones, la comedia está volviendo a ajustarse a las fórmulas que saben que funcionan, y no tratan de dar nada novedoso. A menos que los siguientes adelantos nos muestren alguna novedad, cosa que realmente dudamos, lo más recomendable es pasar por alto esta cinta, pues cualquiera que vio la primera ya podrá decir que vio ésta.