Uno de los conceptos más establecidos dentro de la cinematografía actual, es que una película se va directo a video sólo si no es lo suficientemente buena como para funcionar en cartelera. Y si bien ha habido algunos intentos de romper con ese concepto, han sido propuestas más artísticas que comerciales, por lo que a nivel de mercadotecnia, el estigma permanece.
Sin embargo, la película Tower Heist será el parteaguas en ese sentido, pues será lanzada dentro de la red on-demand apenas tres semanas después de su estreno, cuando seguramente aún esté en cartelera en varios lugares. De esa forma, se busca medir la respuesta que tienen los dos medios, y saber si este segundo podría ser una mejor ventana de comercialización. Sin embargo, el elegir para ello una comedia ligera de Ben Stiller y Eddie Murphy no parece ser la mejor forma de sentar un precedente. Tendremos que ver que saldrá de este experimento.