Trabajo de yesería

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de todos los oficios del cine, este es quizá uno de los menos conocidos, pero también de los más importantes. Básicamente, son los encargados de darle acabado a los escenarios que deben de lucir como edificios reales, dándole apariencia realista. Básicamente, un escenógrafo realiza todo el trabajo de carpintería y construcción, mientras que el yesero es quien la hace lucir real.

El trabajo puede ser más o menos complicado, dependiendo de las necesidades de la escena. A veces, sólo basta una capa de yeso para hacerlo lucir una pared, pero en otras ocasiones hay que hacer verdaderas obras de arte. Un buen yesero puede crear ruinas, edificios antiguos, residencias y todo tipo de paredes.

En algunas ocasiones, el trabajo del yesero es importante para efectos especiales y otras necesidades de la trama. No es raro que, cuando un auto tiene que entrar por las paredes de una habitación, se usen tablones de cartón cubiertos de yeso, para hacer más sencilla la escena.

Un buen trabajo de yesería puede llevarse varias horas, y si se hace bien, nadie notará el mismo, pues cuando menos desde la cámara, es imposible de distinguir de un interior en una construcción real. Por ello, suele ser algo ingrato.