Trash, Suspense y Existancialismo marcan el primer día de Nocturna

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Por fin está aquí uno de los eventos marcados en rojo en el calendario  de los aficionados del cine de género en España. Nocturna, el festival interacional de cine fantástico de Madrid, que tan buen sabor de boca dejara a los aficionados hace 52 semanas, vuelve a las pantallas del castizo cine Palafox, cuyas salas acogerán de aquí al uno de junio inclusive, una nutrida selección de títulos de lo más variopinto, pero siempre enmarcados dentro de esa especialidad del cine que tanto nos gusta en cine3.com.

Y parece que los aficionados madrileños están de enhorabuena, porque todo apunta a que Nocturna, en su segunda edición, ha venido para quedarse en palabras del propio director, Luis Rosales, durante la presentación del certamen. Con un cartel, a juicio de este corresponsal, equilibrado con títulos ya consolidados y prometedoras cintas, Noctura aparece como el contrapunto más indie al ya clásico festival de cine de Sitges. Pero contrapunto no quiere decir contrario. Sitges, como recalcó el propio Rosales, es un referente a nivel internacional, y Nocturna se plantea como complemento necesario para alcanzar el justo equilibrio.

Pero hablemos de cine, porque en esta primera jornada se presentaba con títulos que principalmente procedían el festival hermano catalán. Así, hemos podido volver a ver la austríaca Blutgletscher, alias Glaciar Sangriento, alias The Station. Una película para abrir boca con cine trash repleto de referencias constantes a la mítica The Thing y un suculento toque satírico que ironiza sobre la actual política europea, muy adecuado para este periodo postelectoral. En The Station, Marvin Kren, su director, aprovecha una fábula ecológica para dar un repaso delirante sobre los miedos de la sociedad moderna. Los efectos descontrolados de la mano del hombre sobre una naturaleza que se revela de forma cómica contra sus agresores. Una película divertida para ver entre amigos, comentar en voz alta pero repleta de mensajes subrecticios que, una vez digeridas las carcajadas propias del buen cine trash, calan y dan para numerosas reflexiones. 

The Station

Por su parte, Fractured, presentaba un contrapeso radical sobre la anteriormente mencionada The Station. Se entiende la presencia de Fractured principalmente por su reparto. La musa del cine de terror indie Ashlynn Yennie, a la que los más mitomanos recordaran por sus papeles en la saga The Human Centipede, Vinnie Jones, al que recordamos bien como el pistolero a sueldo de Snatch y el televisivo Callum Blue, el general Zod de Smallville, se ponen a las órdenes de Adam Gierasch para crear una película de suspense, rozando el thriller donde se dan la mano Memento, el Corazón del Angel y David Lynch en un cocktail, que quizás por beber de tantas fuentes se queda a medio camino sin llegar a satisfacer plenamente al espectador. A pesar de algunas cuidadas interpretaciones y una buena factura técnica, a Fractured le falta tal vez la frescura en un argumento que tarda en arrancar, pero que al hacerlo mantiene un buen tono que termina por ceder poco antes del final ante una sucesión de eventos poco hilvanados. Sin embargo, en Fractured, la historia encoje ante un interesante dilema moral que se plantea, si somos responsables de nuestros actos cuando no sabemos las consecuencias negativas que emanan de ellos. Una reflexión interesante que hace que finalmente, se enjuague el agridulce sabor que deja.

fractured

Tambien habíamos podido ver en Sitges The Demon's Rook. El extraño manifiesto sagrado que propone James Sizemore desde Florida, con evidentes trazas ochenteras y de serie B con homenaje al enfermizo cine de Lucio Fulci incluído que volvió a sorprender al respetable con el curioso planteamiento de lo que no es más que la referencia de la secta que ha tenido a bien crear Sizemore entre su círculo de amigos. Con presupuesto ínfimo, pero una bien planteada mitología, The Demon's Rook ahonda en el concepto de la sabiduría arcana y las consecuencias que se derivan sobre los mortales que acceden (presuntamente) a sus secretos.

The-Demons-Rook

Pero si una película sobresalía en el primer día por encima de las demás, era la cinta de Terry Gilliam, The Zero Theorem, una vuelta al existencialismo surrealista que nos deleitara, hace ya muchos años con Brazil. El peculiar estilo del ex-Monty Python, tras un paso por un estilo más comercial, encuentra eco en una producción hecha con la ayuda casi desinteresada de grandes estrellas del Hollywood, como las actuaciones de los oscarizados Matt Damon y Christoph Waltz, este último incluso coproduciendo la cinta. La película, resulta una inenarrable reflexión sobre la monotonía y la soledad de la sociedad moderna, ahondando en unas complejas, claustrofóbicas y bien planteadas escenas que van más allá del cine fantástico para introducirse de lleno en la metafísica, ese terreno donde Gilliam, cuando le da la gana, se mueve mejor que nadie. Magnífica parábola del concepto de hombre isla con un cierre magistral que da para mucha reflexión, tono que por lo visto en el primer día de Nocturna, marcará el devenir de las próximas jornadas.

The Zero Theorem