Tropa de Elite. Polémica que traspasa las pantallas

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tropa de elite

Dir. José Padilha, Brasil (2007)

Actúan: Wagner Moura, Caio Junqueira, André Ramiro, Milhem Cortaz, Fernanda Machado.

[rating:4.5/5]

“Es América Latina, la región de las venas abiertas” Eduardo Galeano.

Quizás la mejor manera de definir esta película en una palabra es: polémica. Es verdad que también podría decirse que es cruda, realista, y terriblemente violenta. Y seguramente –aún así- nada prepararía al espectador para ver algo como ésto.

En términos generales, la temática se puede describir de manera sencilla: la problemática del narco en las favelas brasileñas ha llegado a un punto tal, que orilla a la creación de una fuerza de choque, un hibrido entre militares y polícias: una tropa especial entrenada para atacar al narco con toda la rudeza necesaria, llamada BOPE (Batallón de Operaciones Especiales Policiacas). El contexto esta marcado por la visita del Papa Juan Pablo II a Brasil, y la elección de hospedarlo cerca de una las favelas más pobres de Río de Janeiro. “Hay que asegurarle al Papa una noche tranquila” es la orden para el comando de la BOPE que dirige el capitán Nascimento (Wagner Moura) -protagonista central de la historia- que justamente está en proceso de deslindarse de este trabajo debido al nacimiento de su primer hijo.

A partir de esta premisa, tenemos en escala una multitud de discusiones que atraviesan temas tales como la corrupción policiaca, la pobreza y marginación urbana, el narcotráfico, la descomposición social, la ausencia total de una política de seguridad pública con enfoque de derechos humanos. En este recuento no hay concesiones para nadie: polícias, narcos, gobierno, clase media y alta, ong´s, medios de comunicación… nadie sale bien librado del juicio de Padilha. Nunca hay una lectura lineal, todos los personajes tienen recovecos, contradicciones, no hay buenos ni malos en un mundo donde todo es injusto, especialmente para los que no pueden elegir ni defenderse.

Pero aun así, la pantalla no es capaz de mostrar el fenómeno completo que se desprende de una película tan valiente como ésta. Tropa de Elite terminará siendo una leyenda por razones que van más allá de su manufactura cinematográfica. Para empezar, la violencia y la delincuencia que de alguna manera se denuncia, vendió millones de copias piratas antes de su estreno. Este hecho obligó a reeditar la cinta y cambiar algunas escenas, entre ellas el principio y el final. Para cuando se estrenó en cine, la gente que ya la había visto, y escuchado acerca de la polémica levantada, de todas formas compró un boleto para ver la nueva versión en los cines, convirtiéndose así en el fenómeno de taquilla más importante en Brasil de los últimos años. Y eso no es todo. Además de las películas, se vendieron en las calles miles de copias piratas de soundtrack, y muñecos de acción inspirados en los protagonistas.

Más allá del merchandising, la discusión entre distintos grupos políticos en Brasil iba subiendo de tono: a la izquierda la escandalizó el tono represivo y violento que mostraba la tortura hacia jóvenes, mujeres y niños como algo inevitable, un mal necesario. A la derecha le molestaba la acusación de que los chicos de clases privilegiadas, consumen drogas sin pensar que hay sangre de niños y jóvenes pobres detrás de cada cigarro de marihuana que se fuman. Eso no impidió que la cinta se alzara con un Oso de Oro en la Berlinale del año pasado – venciendo a otra gran película como Petróleo sangriento (There will be blood)- y que levantara ámpula en muchos de los foros en que se presentó, incluido el pasado festival de Guadalajara. Nos toca ahora en todo México tener oportunidad de verla en cartelera a partir del 30 de mayo.

Y de verdad, no pueden perdérsela, porque si nada de lo que les he dicho les convence, falta por decir que Latinoamérica no tendrá una poderosa industria cinematográfica, pero tiene sin duda historias que merecen ser contadas, como ésta. A ver sin falta.

Lo bueno:

  • La valentía con que está hecha.
  • El juego de cámaras combinado con un ritmo trepidante no dan tregua al espectador. Toda la historia va sucediendo como en un ritmo continuo, a pesar de contar historias en paralelo, que no se cruzan hasta casi la mitad de la película.
  • La primera escena de la balacera en una especie de baile callejero, no tiene desperdicio: es absolutamente impactante.
  • El guión tiene frases enormes: “Estas armas son construidas en otros países para una guerra. Aquí las portan niños pobres en las calles” o “ese “porro” que te estás fumando está manchado de sangre de niños inocentes” (las citas no son literales)

Lo malo:

  • Demasiada crudeza puede resultar abrumador para algunos espectadores. No es apta para personas fácilmente impresionables.
  • La estructura del relato no perfila del todo a los personajes desde el principio, lo que se hace un poco confuso, hasta que se entiende la relación entre todos los personajes.
  • Si bien la historia completa no es un hecho real, la BOPE existe y muchas situaciones están extraídas de casos que en realidad sucedieron. Eso basta para deprimirte por varios días.