Pues no es polémica por abordar temas de guerra o por la idea de presentarla -fuera de competencia eso sí- en el prestigioso Festival de Cine de San Sebastián. Una comedia como ésta acapara la atención por estar envuelta en dos discusiones diferentes alrededor del mismo problema: discurso de odio y discriminación.
Ya sabemos que la trama cuenta la historia de tres actores que haciendo una película sobre guerra, terminan en medio de un enfrenamiento verdadero. Bueno, pues la primera denuncia gira alrededor del personaje de Robert Downey Jr, un actor que se pigmenta la piel para parecer negro. La comunidad afroamericana ya ha expresado su descontento e indignación por este hecho.
Pero la cosa no paró ahí. Ben Stiller lanzó una página web donde se cuenta la historia ficticia de su personaje en la cinta, un actor poco inteligente - por decir lo menos. Hay un cartel - el que tenemos al inicio del post- con una leyenda en inglés que dice "once upon a time there was a retarded" y que puede traducirse como "Había una vez un retrasado." La página ha sido deshabilitada ante las protestas de distintos sectores que defienden los derechos de las personas con discapacidad intelectual, incluyendo al New York Times y personalidades como Timothy P. Shriver, máximo responsable de las Olimpiadas Especiales (Special Olimpics), quienes incluso están promoviendo un boicot a la cinta.
La cosa va tan en serio que ya se usan las palabras "fomentar discurso de odio" y esas cosas al hablar del tema. Por lo pronto Dream Works ha disculpado a Stiller ( director y guionista de la cinta) argumentando que "es una comedia para mayores de 13 años y así debe verse" (¿entonces mientras no sea para niños el contenido racista y excluyente si está permitido?)
No podemos negar que esto más que afectar, puede llegar a favorecer la entrada en taquilla, aunque es triste que sea a costa de una publicidad tan negativa. Yo lo único que puedo decir es que la discapacidad intelectual ya hace tu vida muy difícil como para que todavía te comparen con Ben Stiller. ¿ o no?
con información de El País