Estos debates tarde o temprano tenían que empezar a darse. Y ahora vemos dónde empiezan, pero está dificil saber en que terminarán.
El caso es que hoy trascendió que grandes empresas como DreamWorks Animation y Disney han sido los primeros en incluir cláusulas específicas en los contratos de los actores, en las que se exige el compromiso de no divulgar las evoluciones de sus trabajos a través de las diferentes plataformas de comunicación que ofrece la red.
Es decir que actores, actrices, productores y demás, no podrán comentar avances o anécdotas sobre sus trabajos en ninguna red social, bajo amenaza de suspender el contrato. Una auténtica ley mordaza, si me permiten el término.
Me pregunto entonces ¿ de qué podrían hablar? hay ya todo un debate sobre el asunto del derecho a la vida privada; entonces si no quieren invasión a la intimidad y no pueden hablar del trabajo ¿ qué otro motivo tenemos para seguirlos en facebook o en twitter?
El asunto puede devenir en aburridas páginas especiales para los fans, en donde los comentarios son moderados o contestados por un asistente. Y es que definitivamente, la democratización de los medios parece no querer llegar a la meca del cine.
Con información del universal