Una vida mejor. A better life. USA (2011)
Calificación 4/5
Una aspiración legítima, causa de muchas de las circunstancias más dolorosas por las que atraviesan los mexicanos, es la materia prima de esta historia. ¿Quién de nosotros no ha entrecerrado los ojos y pensado en cómo podría lograr tener un futuro mejor para los suyos, para los seres queridos, para los amigos, para todo nuestro país? Nunca mejor puesto un título para contar una historia como ésta. Sugerente y entrañable, la película vale la pena de ver por sí misma, independientemente de la reciente publicidad que gracias a la nominación de Demian Bichir al Oscar como mejor actor ha generado, provocando incluso su reestreno ante su casi desapercibido paso por la cartelera comercial.
Bichir interpreta a un jardinero indocumentado, que vive en los Ángeles California con su hijo adolescente. Son varios los temas que atraviesan la historia, todos verídicos, todos dolorosos. Bichir interpreta a un hombre que cruza la frontera pensando en que encontrará un futuro mejor para su familia. Sin embargo, no sólo no lo logra en lo económico, sino tampoco en lo sentimental. Obligado a aceptar trabajos mal pagados y muy competidos, para “irla pasando” transcurre la vida convencido de que algún día logrará la vida mejor que tanto ha buscado.
La oportunidad se presenta un día, que parece el de suerte. La posibilidad de comprar una “troca” y atender directamente a los clientes a los que les hace trabajos de jardinería, brinda por un momento la posibilidad de acariciar un sueño, de ver cumplida una meta. Pero no hay que engañarse. La realidad nunca se comporta del modo en que nosotros queremos o nos imaginamos.
En este punto, hay que decir que contrario a lo que pudiera pensarse, no se trata de un filme desesperanzador. Weitz consigue mostrarnos que en las peores circunstancias hay personas capaces de dar lo mejor de ellas mismas, de sobreponerse a la adversidad y actuar con el corazón, aún y cuando no consigan obtener un idílico final feliz. La convicción de que la vida mejor no es necesariamente material, es una de las más interesantes lecturas que tiene la cinta, entre otras que cruzan por el amor entre padres e hijos y el ejemplo de luchar por lo que uno de verdad quiere. En el fondo, no sólo hablamos de indocumentados, hablamos de personas, de familias, que a pesar de que su vida transcurre en muchos sentidos en la ilegalidad, se mantienen firmes en sus convicciones y propósitos.
Finalmente, es importante decir que estamos probablemente ante la mejor actuación de Demian Bichir, y por ello, bien está la nominación. Gran parte de la cinta transcurre sin diálogos, en donde la mirada y la gesticulación están en el tono exacto que se necesita para transmitir angustia, miedo, desesperación, pero también alegría y por un momento, la mirada de quien parece acercarse a la meta.
Hacer visibles a los invisibles, el sin duda el gran mérito de esta película. Un continuum en donde el principio y el fin se encuentran anclados a los afectos, los recuerdos y las lágrimas. En suma, una de esas cintas que resultan altamente recomendables.
Lo mejor:
Lo peor:
Ruben Fleischer regresa como director de la nueva secuela descrita como una "reimaginación".
Danny y Michael Philippou, cineastas detrás del hit 'Háblame', preparan nueva película de terror con…
Mike Flanagan está negociando sumarse como director de la próxima entrega de la trilogía 'El…
La precuela de la franquicia de terror llevará a la audiencia a conocer los orígenes…
El exorcista del Papa se centra en las historias del Padre Amorth, conocido como “el legendario…
El guion está siendo desarrollado por Joe Russo. Chris Hemsworth regresa como protagonista, y Sam…