Las armas de fuego son una constante en una gran cantidad de géneros e historias cinematográficas, sin importar el presupuesto. Por ello, es casi obligatorio que cualquier compañía amateur cuente con cuando menos una de ellas. Y como siempre que se habla de este tipo de artefactos, es necesario tener una serie de medidas básicas para asegurar la seguridad de todos los implicados en el proceso de filmación. Básicamente, en una filmación pueden llegar a usarse cuatro tipos de armas: Reales, fulminantes, perdigones o props. Las tres primeras son las que realmente representan un peligro, pero es posible hacer uso de ellas si se tiene cuidado.
Si vas a optar por armas reales, asegúrate al 100 % que estén descargadas, recodando que ciertas automáticas pueden tener una bala en la recámara incluso aunque hayas retirado el cargador. Es mejor que las uses siempre descargadas, y agregues el disparo en efectos de post-producción. Recuerda que las salvas no expulsan ninguna bala, pero los gases a altas temperaturas, e incluso el impacto del aire, son aún existentes, por lo que pueden causar graves quemaduras si se utilizan de cerca. Las de fulminantes, si bien no alcanzan las temperaturas de un arma real, pueden expulsar también aire a altas temperaturas o chispas que pueden dañar a una persona u ocasionar accidentes a distancias cortas. Y un punto muy importante que no debes de olvidar: Nunca la dispares muy cerca del oído de una persona, pues la detonación puede llegar a dañar la audición.
Las armas de perdigones suelen hacer un daño mucho menor que las reales, y por ello, se les suele subestimar demasiado. Si bien en algunos casos sólo produce un dolor muy agudo, o heridas leves, dependiendo de la distancia, y la parte del cuerpo donde impacte, puede causar lesiones muy severas, y algunas de ellas pueden ser mortales. Por ello, úsalas también descargadas, y agrega el disparo en post-producción.
Las más prácticas son sin duda los props, pero suelen ser caras y difíciles de conseguir. Sin embargo, es posible conseguir algunas armas de juguete especialmente bien hechas, y pintarlas para darle un aspecto más realista.
Sin importar cual elijas, sólo recuerda que, sin importar el tipo, siempre se deben de usar con toda la precaución posible, pues como director, tienes en tus manos la seguridad de tu equipo de trabajo.