Estamos aún a menos de una semana de uno de los temblores más dañinos de la historia de México, y para todos los habitantes, ha sido algo que nos hizo dar un giro completo en nuestras vidas. Obviamente, un aspecto que fue afectado, fue el de la asistencia al cine. Por un lado, muchos de nosotros tenemos miedo de entrar a un lugar tan encerrado, lleno de gente, y en algunos casos, laberíntico para salir.
Para otros, aún existe un cierto sentimiento de culpabilidad. El hecho de pensar en divertirse cuando tanta gente ha perdido todo, es todavía difícil de asimilar, y muchos podemos percibirlo como inapropiado, en especial si mucha gente en esas mismas horas está haciendo algún tipo de labor de apoyo para con los afectados.
Es natural.
Sin embargo, es un hecho que esta sensación de paranoia y stress, es a la larga perjudicial, y nos está comenzando a pasar factura. Obvio, no puede uno desentenderse de lo que ocurre, pero es necesario también darnos un tiempo, relajarnos, y poder darnos un tiempo para nosotros. Al final, mucha gente depende de la industria cinematográfica, y nada será más positivo para ellos que el volver a visitar alguna función.
ES un buen momento para volver.