Algunos escritores recomiendan tratar las historias desde ese punto de vista, una cosa es el tema, otra su metáfora. Esta lección parece haber sido aprendida a cabalidad por la realizadora de esta película, la primera de una directora de Arabia Saudita, en la que claramente el cine habla por millones de mujeres en las voces una niña y su madre.
Wadjda y su anhelo de tener una bicicleta da cuenta de una sociedad donde las mujeres son ciudadanas de segunda clase, limitadas en su accionar al mundo de los hombres. Este filme ha paseado el mundo ganando premios y reconocimientos en muchos festivales de cine. Como toda película bien trabajada, admite diferentes lecturas, según sea el contexto en el cual sea exhibida. Evidentemente, para el mundo occidental representa atraso social; para nuestra realidad caribeña, por momentos parece de otro planeta.
Una niña rebelde
Wadjda tiene diez años, vive con su madre y ocasionalmente ve a su padre. Su vida familiar depende de que su madre pueda tener un hijo varón, de lo contrario, el repudio del marido es una amenaza cierta. Wadjda asiste a la escuela pero no se adapta al estricto régimen que impone la maestra directora. Se entiende mejor con su amigo Abdullah, dueño de una bicicleta con la cual va a todas partes. Cuando a la tienda cercana llega una bicicleta de color verde, la niña rebelde orienta todos sus esfuerzos para comprarla, a pesar de las prohibiciones y prejuicios de su entorno.
El guión
El relato lineal tiene una estructura clásica de tres actos. En el primero conocemos a los personajes y el conflicto, en el segundo asistimos a los esfuerzos de la niña para conseguir el dinero y en el tercero vemos como a pesar de las dificultades, madre e hija encuentran un camino común que abre la puerta a nuevos tiempos. La narración es simple y la puesta en escena austera, muy a tono con la ciudad en la que ocurren los hechos. La acción se desarrolla en tres espacios, la casa materna, la escuela y la calle. En los dos primeros hacen vida las mujeres, la calle pertenece a los hombres, de allí que el vehículo de dos ruedas sea una amenaza al orden establecido. La metáfora es también sencilla pero eficaz.
La realización
Detrás de la aparente simpleza se esconde un buen trabajo de dirección de actores. Los roles están bien perfilados y las actrices escogidas dan la talla. Los diálogos entre la protagonista y su amigo, así como los monólogos de la madre al teléfono están entre lo mejor logrado. Si bien el ritmo de la acción a más de alguien puede resultarle a ratos lento, no es menos cierto que el carácter doméstico de la historia no puede permitirse otra cosa.
Un mundo diferente
Pero más allá de los méritos de la realización, en esta película confluyen dos aspectos vitales que permiten el desarrollo de la cinematografía. El primero es que encara con valentía los conflictos de fondo de una sociedad en transformación. El segundo es la universalidad que posee el relato; aquí, pese a las diferencias culturales, hay una dimensión trascendente que conecta con el público por encima de los patrones locales. Porque, finalmente, películas como esta nos hacen pensar que la historia de la Humanidad no es otra que la de las libertades públicas y en ello el cine tiene todavía mucho que aportar.
Wajda es una niña de 10 años que sueña con tener una bicicleta, pero donde vive, en los suburbios de Riad, capital de Arabia Saudí, no está bien visto que las mujeres tengan una. La pequeña, que hace todo lo que puede por divertirse y sortear los impedimentos impuestos en el mundo conservador en el que vive, desea comprar la bonita bici verde que todos los días ve a la venta. Con ella quiere ganar una carrera a su amigo Abdullah, un vecino con el que tiene prohibido jugar. Wajda luchará contra su madre, que teme que su hija pierda la dignidad y la sociedad tradicional en la que vive, por hacerse con la ansiada bicicleta y cumplir así su deseo.
Primer filme realizado por una mujer en Arabia Saudí, caracterizado por reflejar el controvertido tema de la discriminación de las mujeres en el país islámico acercando la cultura y costumbres tradicionales de la religión árabe a los espectadores. Mostrado a través de una conmovedora y sencilla historia protagonizada por una inocente niña que cuestionará cualquier tipo de obligación, derribando inconscientemente las barreras sociales y culturales cimentadas en el hogar y la escuela.