William Friedkin, director de El Exorcista, cuenta su terrorífica experiencia con un exorcismo real

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A pesar de "no creer" en lo que puede ocurrir al jugar a la ouija, muchas personas no se atreverían a hacerlo. Ya no digamos a practicar un exorcismo, o si quiera a simularlo. Pero hablamos de William Friedkin, director de una de las mejores películas de la historia del género de terror como es la obra maestra El Exorcista.

Para su última producción, el documental The Devil and Father Amorth, rodó un exorcismo real en Italia, aprobado por médicos, que lo dejó aterrorizado. Sin más dilación, de esta forma explicaba su terrorífica experiencia, a la que pone matices, la cual vivió después de documentarse a fondo sobre lo que iba a suceder.

"Estaba aterrado. Pasé de tener miedo a lo que pudiera suceder a sentir una gran empatía por el sufrimiento de esta mujer, cosa que resulta obvia en el film. Consulté con neurólogos y cirujanos del cerebro, algunos de los mejores especialistas de Estados Unidos (…), y nunca habían visto ningún síntoma parecido. Luego vinieron los psiquiatras que hablan de la posesión demoníaca como un desorden de la identidad. Si un paciente llega diciendo que está poseído, no le llevan la contraria: ponen en marcha el tratamiento necesario, incluida la medicación, y llaman a un exorcista".

Fuentes: Fotogramas y Cinemanía