¿Cuál es el evento más representado en las películas? Si están pensando en el sexo o la muerte, están equivocados. Las bodas han formado parte de la historia cinematográfica de manera indeleble. De hecho, hubo un tiempo en que casi todas las cintas, incluso las de acción o infantiles, no podían considerarse completas si no culminaban con la boda de los protagonistas. Lo cierto es que, si bien ya hace mucho que dejó de ser el final obligado de toda trama, este tipo de ceremonias siguen formando parte importante de lo que pasa en la pantalla, de una u otra forma.
Esta ceremonia puede ser sólo una parte de la historia, ya sea para iniciar o culminar una historia - porque aún hay cintas que así terminan - o formar parte de todo el film. Actualmente, la gran mayoría de ellas se decantan hacia la comedia, pues al perderse la idea de una mujer de que su máximo objetivo es el casarse, ha perdido parte de esa solemnidad. Sin embargo, eso no evita que la veamos en prácticamente todos los géneros. Desde el más profundo drama hasta la máxima farsa.
Cuando una pareja contrae matrimonio, implica un cambio de vida, el alterar la rutina y, en varios casos, comenzar a conocer realmente a una persona. Eso conlleva por necesidad a una serie de conflictos, ya sea internos como externos, que pueden ser abordados de mil formas y con todos los puntos de vista posibles. Por ello, es casi un hecho de que todavía oiremos las campanas nupciales dentro de los cines durante muchos años más.