Son muchos los directores que suelen encasillarse en algún estilo de cine, de modo que cuando rompen su esquema, inmediatamente llaman la atención. es el caso de Bille Woodruff, quien se había especializado en comedias ligeras, chick flicks o videos musicales, pero que rara vez había tratado temas más serios. De pronto, sorprende con el lanzamiento de Addicted, en donde explora la infidelidad de una mujer, y como la situación amenaza no sólo su matrimonio, sino toda su vida. En general, lo poco que se ha dejado ver se nota muy bien logrado, pero es difícil darse una visión mucho más clara mientras no se tenga algo más en firme, aunque por lo que hemos visto de su trabajo anterior, es un director cuidadoso y con una buena visión de narrativa, que no ha podido brillar mucho debido a lo que ha presentado anteriormente. La actuación de Kat Graham, con quien había trabajado anteriormente, puede ser un imán de taquilla, por su trabajo en Crónicas Vampíricas, pero no sería suficiente como para ser una garantía, en especial por ser también un giro muy violento para su estilo. La cinta como tal es una apuesta muy fuerte, y habrá que ver cuales son los resultados. Podemos esperarla en carteleras para el mes de octubre.