Caminando sobre el agua. Walk on water. Suecia- Israel (2004)
- Dir: Eytan Fox
- Reparto: Lior Ashkenazi, Knut Berger, Caroline Peters
Calificación 4.5 estrellas.
Esta película forma parte del ciclo “ Cine y diversidad sexual” y se presentará el próximo viernes 31 de julio a las 19:30 hrs. La cita es en Niza 74, int. 201. Y si requieren más informes, comuníquense con Felipe Varela: felipe.varela.ojeda@gmail.com
Los seres humanos nos acostumbramos a pensar de un modo específico. Le tomamos cariño a nuestras costumbres y ritos y no detectamos los prejuicios y contradicciones sobre las que está construido nuestro modo de ver la vida, nuestra cotidianeidad.
Caminando sobre el agua, es una película acerca de la posibilidad de reconfigurar nuestras creencias y prejuicios, en un acto casi tan milagroso –justamente- como caminar en el agua.
Eyal es un asesino encubierto del Mossad, un grupo extremista israelí. Después de un doloroso trance personal debido al suicidio de su esposa, Eyal es asignado a la misión de hacerse pasar por guía de turistas para un alemán que viene a Israel a visitar a su hermana. Ambos son nietos de un anciando exoficial nazi, a quien Mossad quiere matar para cobrar venganza por el Holocausto judío.
Eyal empieza a conocer al enemigo como nunca antes, al grado de cuestionar su papel en medio de tanto odio y resentimiento. Axel (el chico alemán) representa para Eyal todo un ejercicio de tolerancia: no solo es alemán, nieto de un nazi, y de pensamiento liberal: también es homosexual. Eyal termina por entender que una amistad sincera puede llegar ser un lazo enormemente poderoso y desinteresado, como nunca antes había tenido oportunidad de comprobarlo.
La película está filmada en hermosos parajes de Israel y Alemania. Constituye además un modo interesante y complejo de abonar a un tema que a pesar de haber sido tan abordado en el cine, sigue aportando aristas interesantes.
Lo mejor:
- La fotografía muestra un Israel limpio, brillante, moderno. Estamos tan acostumbrados a la visión violenta y decadente de esta zona del mundo, que de repente parece que estamos viendo algo muy novedoso.
- El soundtrack es acertado, bien escogido y puntualmente adecuado.
- La escena de la pelea en el metro de Berlín
Lo peor:
- La visión plural se agradece, pero en ocasiones los diálogos caen en las frases hechas y las nociones comunes. Hay partes donde uno hasta espera que reciten la carta de Ginebra…