Ya han pasados casi cinco años de que vimos la última película sobre Logan, el mutante más querido por los fans. También han pasado ya 13 años de que la primera parte de los X-Men se estrenara.
Hugh Jackman era una actor de bajo calibre que se estaba abriendo espacio en Hollywood, y se convirtió en este ser inmortal con garras y aunque no encajaba dentro del personaje del cómic, porque se supone que Logan es mas bajo de estatura de lo que es Jackman de 1.90 mt de alto y a pesar de que Rebeca Romjin Stamos vomito sobre el maquillaje azul el último día de grabación, el personaje lo absorbió a él y viceversa.
Ahora tenemos esta última aventura de este personaje mítico dentro del mundo de Marvel. Vertiginosa y con acción de principio a fin, esta entrega es superior por mucho a Orígenes, ya que la historia está mucho mejor estructurada y mejor dirigida. Las escenas de acción son muy buenas, no abusan de los efectos especiales y son adecuadas con la historia.
El personaje de Wolverine es mucho más profundo, ya que es una secuela -dicen los productores- de X-Men: Last stand, donde muere Jean Grey y el grupo de mutantes está segregado y disperso. En este inter Logan viaja a Japón a resolver asuntos que nos explican en el inicio de la película que suceden dentro la segunda guerra mundial en tipo Flashback. Aunque no va apegada al cómic que todos los fans esperan ver, la historia es muy buena, siendo la introducción y el antecedente de X-Men: The days of future past. (spoiler) Ya que veremos personajes que pensamos ya no aparecerían más adelante, así que se llevarán una grata sorpresa.
Tenemos a un Lobezno en depresión en este filme, por la muerte del Profesor Xavier y el amor de su vida asesinada por el mismo, el personaje se encuentra en un abandono total donde es encontrado por alguien que dice puede curarlo de su don mutante. Se reencuentra con un personaje que él mismo salvo en el pasado, quien lo afecta de manera grave al inhibirle el gen mutante de inmortalidad que tiene.
Aunque el proyecto estuvo pendiendo de un hilo mucho tiempo, pudiendo ser dirigida desde Darren Aronofsky(Black Swan), Bryan Singer(X-Men) hasta Guillermo del Toro que se declaró fan de la historia de este personaje en Japón, James Mangold se queda a cargo y nos entrega una de las mejores secuelas de los mutantes, tal vez- y me arriesgo a decirlo- le dará un nuevo respiro a esta franquicia que desde el año 2000 ha estado emocionando a todos los fanáticos del mundo de Marvel.
El filme vale la pena verlo en 3D, esta tecnología en muchas ocasiones no favorece lo proyectos, al contrario les afecta porque la historia se centra en satisfacer esta sed de mantener un status de efectos que impacten al espectador, pero en esta ocasión creo si es muy adecuada y disfrutable.
La escena post-Créditos es tal vez lo mejor de todo, el ver reaparecer a uno de los personajes que nos dolió mataran en la tercera entrega de los mutantes, nos da una esperanza de acerca de las siguientes entregas que en un Futuro que parecerá pasado tendremos en la pantallas.
Lo excelente: La escena de los créditos.
Lo malo: Que no está apegada al cómic que todos esperábamos.
Lo bueno: La saga X-Men continuará y mejor que nunca