Página anterior: Fantastic Four (1994)
Luego que el legendario productor y director Roger Corman diera vida a una primera versión de Los Cuatro Fantásticos en 1994, eventualmente los derechos de los personajes llegaron a la 20th Century Fox tras un acuerdo con Bernd Eichinger, el productor del filme del 94, quien también produjo la nueva versión al lado de Avi Arad y Ralph Winter.
En 2005 se estrenó una nueva adaptación al cine del nacimiento de Mr. Fantástico, La Mujer Invisible, La Mole, La Antorcha Humana, y su acérrimo enemigo, el Doctor Domm. La dirección corrió a cargo de Tim Story, quien ya de entrada realizó una elección de reparto nada fiel al cómic.
En ésta ocasión, Ioan Gruffudd interpreta a un Reed Richards que no sólo se aleja del aspecto del personaje sino, además, de su perfil psicológico. Del hombre decidido y autoritario no queda nada; al contrario, vemos a un hombre apocado, inseguro y sin una sola chispa de ingenio. Sabemos de su inteligencia porque así lo hacen saber los diálogos, pero en su actuación solo vemos a un tecnócrata y no a un científico. La animación por computadora permite ver en acción los poderes de Mr. Fantástico, sin embargo, aún con los recursos de los modernos efectos especiales, el personaje no deja de ser sino un hombrecillo que tiene la capacidad de estirarse.
Jessica Alba hace una interpretación nada apegada a la Susan Storm de la historieta. Su aspecto, aún con los pupientes de color azul y el cabello teñido de rubio, es el de una mujer de ascendencia latinoamericana, que además no se parece en nada a su hermano. Sus características de personalidad son todavía más ajenas a las de la Sue Storm de los años 60’s y se acerca a la figura aspiracional que ofrece Hollywood de las féminas. Y no es que haya algún problema con el empoderamiento de la mujer, el problema es que cuando se borran las características distintivas de un personaje, podía ser cualquier otro con un disfraz diferente. Pensemos en el caso de Milla Jovovich y lo difícil que es reconocer alguna diferencia entre sus personajes en El quinto elemento, Resident Evil y Ultravioleta.
Si en la versión de 1994 encontramos en Ben Grimm una de las mejores elecciones de reparto, en la presente sin lugar a dudas el nombramiento de Michael Chiklis fue el peor. Es calvo, de baja estatura, regordete, y demasiado identificado con su rol en la serie televisiva El escudo (The Shield). Peor aún resulta cuando caracterizado como La Mole, nos invita a imaginar que es el desecho deshidratado del almuerzo de un perro gigante, que el impactante grandulón de roca anaranjada.
Johnny Storm y La Antorcha Humana, es el único personaje apegado a la creación de Stan Lee y Jack Kirby. Tal es la interpretación de Chris Evans, que pareciera que son características propias y no de su personaje: rebelde, desenfadado y muy vanidoso. Hasta que lo vemos actuar totalmente diferente con una interpretación sobria y de bajo perfil como el Capitán América.
Víctor Von Doom (Julian McMahon) es una especie de Lex Luthor más interesado en los negocios que en la ciencia y la brujería. Y cuando se transforma en el Doctor Doom, termina por esfumarse toda posibilidad de sentir admiración por el icónico villano. A cambio de su inteligencia y actitud prepotente, nos entregan una mezcla entre Coloso, Electro y Magneto, que resulta ofensiva para cualquier seguidor del soberano de Latveria.
Mientras la historia sigue siendo la misma que en el cómic, los detalles de la misma son del todo irrespetados. En lugar de 4, son 5 las personas alcanzadas por los rayos cósmicos que darán poder a Los Cuatro Fantásticos. Así, renuncian a exponernos el origen del Dr. Doom, quien ya no es para nada un personaje misterioso, al contrario, resulta ser un acaudalado hombre de negocios con su propia estación espacial, al que debe casi suplicar Richards para viajar fuera de la tierra.
Para hacer todavía más patética la situación para Reed Richards, su fiel y cándida novia, en la película es la pareja nada desinteresada de Doom. En la historieta no es necesario un triángulo amoroso, luego de exponerse a los rayos cósmicos queremos ver la transformación inmediata de los tripulantes. En vez de eso, el director nos aburre con una pésima y larga conversión de los protagonistas al interior de una clínica donde por fin se manifiestan sus poderes.
Esta vez los superhéroes de Marvel Comics no parecen salir bien librados en una adaptación a la pantalla grande de la que se esperaba mucho más, sobre todo por los avances tecnológicos ocurridos en diez años desde el primer intento. Si ya has visto esta película compártenos tu opinión y si aún no has tenido oportunidad, pero conoces a los personajes del cómic y sus aventuras, será mejor advertirte que la veas bajo tu propio riesgo.
