La mujer de Roger Rodas, el conductor del coche en el que falleció el actor Paul Walker el pasado 30 de noviembre, ha interpuesto una demanda a la famosa marca de automóviles alemana Porsche ya que considera que el vehículo, un Porsche Carrera GT, sufrió un fallo mecánico en la suspensión que fue lo que provocó el accidente.
Kristine Rodas considera además que el vehículo no disponía de la protección necesaria para un vehículo de ese tipo y por eso explotó al colisionar con una farola. La viuda afirma que en el momento del accidente el vehículo iba a una velocidad de 88 km/h, negando el informe de la policía que indicó que circulaba al doble de la velocidad permitida.
No sabemos que sucederá con esta demanda, de momento lo que sabemos es que se ha interpuesto, veremos si la famosa marca automovilística tiene algo que decir y a que camino lleva esta cuestión.