Un relámpago es básico no sólo para las películas de terror, sino que es uno de los fenómenos naturales que más emociones pueden proyectar en un espectador. Obviamente, Hollywood tiene una gran cantidad de recursos para crear todo tipo de ayos y truenos para una cinta, pero un cineasta con menos recursos debe de estar listo para usar su imaginación, y estos trucos te serán de mucha ayuda.
De entrada, el verdadero valor del relámpago es la luz súbita, y la gran mayoría de las veces, no es necesario ver el fenómeno como tal para crear el ambiente adecuado. Si tu escena tiene una luz muy tenue, cualquier aumento repentino y rápido de la potencia logra el efecto. Si tienes los recursos, existen lámparas de flash que pueden activarse fuera de escena, pero al generar el golpe de luz te dan el efecto que quieres.
Si tus recursos no son tantos, puedes utilizar una sencilla lámpara de de flash para cámara fotográfica. Colócala fuera de tu escena, y acomoda dos espejos en V frente a la misma. Para lograr el mejor efecto, trata de que esté algo elevado, y coloca otro espejo del otro lado de la escena, de modo que se inunde literalmente de luz. Colocando el flash en el suelo, es posible simular que al actor le cae un rayo, pero aquí hay que se especialmente cuidadoso, . pues el destello tendría que estar prácticamente a sus pies, por lo que deberás de cuidar su vista para evitar algún daño.
Ahora, en cuanto al trueno, sólo consigue una lámina de cobre de un metro, y que no sea muy gruesa. Si la sacudes de un solo lado, se consigue un efecto muy similar, que ya aumentado de volumen, puede ser muy convincente.