El Agente de CIPOL, divertida, pero poco fiel

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El Agente de CIPOL podría haber sido una película divertida, una de esas que quizá no te cambie la vida, y que tampoco sea un gran hito en el cine iternacional, pero que hubiera hecho que valiera la pena verla. Momentos de un humor bastante bien combinado,escenas de acción equilibradas, y momentos realmente emotivos, hacen que la cinta mantenga al espectador sobre la trama durante el tiempo que dura. De hecho, el uso de flashbacks la hace bastante dinámica, y facilita que el espectador logre seguir todos los detalles. Lo que la hace complicada, es que lleve el nombre de El Agente de CIPOL.

Los personajes no son, ni con mucho, lo que pudimos ver en la serie original. Illya era una persona fría y controlada, y los arranques de furia que vemos en la película son impensables. Solo, por otro lado, si era algo más relajado, y ciertamente mujeriego, pero no a los límites de cinismo e irresponsabilidad a los que llega aquí, en donde lo convierten de un sofisticado agente a un ladrón profesional. Por otro lado, el tipo de humor que se introdujo en la tercera temporada de la emisión televisiva, que precisamente hizo que cayera el rating, es prácticamente el sustento de este film.

Obviamente, Guy Ritchie apostó a que muy pocos de sus espectadores conocerían la serie original del 64, pero aún así, si iba a utilizar el nombre, hubiera tratado de apegarse más fielmente a su original.