La página web española Diariosur ha realizando recientemente una entrevista a Hugo Silva, uno de los actores españoles más de moda. En dicha entrevista, realizada durante el Festival de Cine de Málaga, el actor habla acerca de su última película Dioses y perros y de su vida privada.
Esta es la entrevista:
-Aparece en casi todos los planos de esta película. ¡Qué responsabilidad!
-Es la primera vez que hago una película así. Solo hay dos secuencias en las que no estoy. No pensé mucho en eso cuando me puse manos a la obra, si lo hubiera hecho me hubiera dado un poquito de vértigo.
-¿Prefiere al canalla y perdedor antes que al galán?
-A mí me gustan los personajes con contradicciones. Eso lo enriquece y lo hace mucho más divertido. Me gustan los personajes que no encuentran su centro.
-Los papeles facilones aburren.
-Sí. El ser humano es complicado y cuando te toca un personaje que ni él mismo sabe en qué lado está, todo es mucho más interesante.
-Como su personaje, ¿usted soporta bien los golpes?
-No, no te creas. Tengo muy poca capacidad de sufrimiento, en ese sentido no me parezco nada a mi personaje. Precisamente este trabajo y este tipo de personajes te ayudan a comprender diferentes situaciones y te agrandan como persona. Viene muy bien vivir esto.
-¿Pero le han dado muchos golpes? Desde fuera puede parecer que la suya ha sido una vida fácil...
-No hay ninguna vida fácil. Además, una vida fácil sería aburrida. También tengo mis sitios oscuros, mis penas y mis procesos.
-Uno puede sentirse Dios y perro en distintos momentos de su vida, como dice el título de la cinta. ¿Ha sentido usted esa dualidad?
-Sí, claro. Es bonito el título de la película en ese sentido.
-Esta profesión endiosa mucho.
-Esta profesión está muy mitificada. Incluso los actores estamos muy mitificados y, sinceramente, no es para tanto. Somos simplemente personas que intentan comprender al ser humano y empatizar con cada personaje. De toda esta locura que hay detrás solo eres consciente cuando estás de promoción, pero el día a día es de currante y nada más. No hay que hacer mucho caso a todo lo que conlleva el hecho de ser conocido, eso es un factor secundario.
-¿Y ha asimilado ya toda esa locura que se forma cada vez que aparece en algunos eventos?
-Cada vez lo llevo mejor.
-Pero al principio le costó.
-Sí, como a todo el mundo. Es que esto es muy surrealista. Tú sigues siendo la misma persona de siempre y el resto de las personas te ven de una forma diferente. Es complicado encajar eso, pero luego es muy fácil. Es algo muy banal, sin trascendencia.
-Hasta en la Wikipedia le definen como «un sex symbol»...
-Sí, también dice que soy publicista y nunca he estudiado Publicidad. No hay que fiarse mucho de lo que pone.
-¿Se ha cansado ya de la imagen de guapo?
-No. Yo creo que eso es una particularidad, como el que es muy alto, muy fuerte... Todo lo que te haga particular como actor te ayuda al principio, pero luego solo hay trabajo y trabajo.
-¿Echa de menos del anonimato?
-No lo echo de menos porque por suerte viajo mucho. Solamente me tengo que ir a Portugal para que nadie me conozca.