Como hemos visto en más de una ocasión, los temas históricos son uno de los favoritos de Hollywood, y materialmente no ha habido una época que no haya sido tocada por el cine comercial. Con semejante riqueza, uno podría pensar que los cinéfilos deben de tener una cultura histórica enorme. El pequeño problema es que, si lo que sabemos de esa disciplina se debe a las pantallas, estamos realmente muy perdidos. En definitiva, no es recomendable estudia historia en el cine.
Tres elementos existen que hacen que las cintas de este tipo sean poco confiables, que es la subjetividad, las licencias narrativas y la falta de rigor. en el primer punto, debemos de considerar que si una persona elige un periodo, o persona para tratarlo en una cinta, será ya sea por una manifiesta admiración, o porque busca "denunciar" una situación que considera negativa, ya sea por decisión del director, o encargo de un productor. Con ello, tenemos la garantía de que la historia estará coloreada de acuerdo a la intención de los realizadores, estirando los hechos a su conveniencia. Las cintas dedicadas a El Che suelen adolescer de este problema en uno y otro sentido.
Las licencias narrativas son permisos que se da el director para cambiar la historia en uno u otro sentido, de modo de hacer más interesante su relato. En algunos casos, pueden ser muy evidentes, como el asesinato de Hitler en Inglorious Bastards, pero en ocasiones pueden ser tan sutiles, que pueden pasar como reales. En esos casos, el director supone que el espectador sabe la historia verdadera, y no caerá en cuenta.
La falta de rigor histórico es más común de lo que mucha gente imagina, pues es usual que muchos realizadores le den más importancia a los aspectos que jalan taquilla, que a la investigación. Los errores pueden ser también debido a que, en ciertas producciones, es imposible tener controlados todos los detalles. Las diferencias pueden ser tan sutiles como el tener un auto modelo 54 en una historia que se desarrolla en 1953, hasta el afirmar que las tropas de Pancho Villa hablaban quechua.
Así que, si quieres aprender historia, definitivamente Hollywood no será tu mejor maestro.