Felices trazos

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Creo que el único gringo que conocí que tenía un estrafalario mega afro.

Ya mirando en retrospectiva este show la producción era sumamente chafa, iluminación, cámaras, sonido, musicalización realmente todo era muy precario a excepción del innegable talento pa pintar que tenía Bob Ross. Me atrevo a aseverar que por más que alguien viera el show para aprender a pintar, no creo que lo haya logrado nunca, por más felices instrucciones que nos haya dado.

La neta, yo nomás lo veía cuando de plano no había nada, PERO ABSOLUTAMENTE NADA en la teve, esta como para verse en una terrible noche de insomnio (mejor que ver infomerciales en el 5 para dormir) y que mejor que los árboles felices, las montañas felices, los lagos felices te arrullen hasta dormir con sus buenos deseos.

Quien sabe como el día de hoy el desaparecido Ross apareció en mi cabeza, recordándome las frustraciones y desesperaciones que me hacia pasar mi hermano cuando me obligaba a ver con él pintar a Bob, claro que si; su paleta de colores, sus pinceles y sus indicaciones eran claras, directas y fáciles de entender pero sumamente aburridas.

Yo creo que a estas alturas esos programas son tesoros del canal Once TV, pero solamente eso. Muy seguramente podría desarrollarse una nueva modalidad más divertida y entretenida para ayudar a desarrollar el ingenio creativo de los televidentes.

A ver, si alguno pinto un cuadro de Bob ó le sirvió de inspiración; mándemelo para demostrarme que estoy equivocada en mi premisa.

Un feliz saludo señor Ross donde quiera que este.