George Miller demanda a WB por impagos de Mad Max: Fury Road y la secuela corre peligro

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Estrenada en cartelera en mayo del 2015, Mad Max: Fury Road de George Miller, terminó convirtiéndose en un éxito arrasador tanto con la crítica, como con la audiencia y la taquilla, cimentándose como una de las mejores entregas de aquél año, algo que además, le valió seis merecidos reconocimientos en el Óscar en categorías técnicas, así como una nominación a Mejor Película.

Parecía un triunfo sólido para todas las partes involucradas en el proyecto, desde el estudio Warner Bros., hasta Miller y sus protagonistas, Charlize Theron y Tom Hardy. En taquilla, Fury Road, cuarta entrega en la saga de Miller, logró recopilar $500 millones de dólares a nivel mundial, por lo que corrían los rumores que el cineasta estaba muy interesado en realizar una quinta película. Han pasado dos años y medio sin novedades al respecto, y ahora, sabemos el por qué.

La razón por la que no se ha seguido adelante con una nueva película en la franquicia, se trata de una disputa legal entre Miller y el estudio, a quien Miller está demandando por ingresos no percibidos por Fury Road. Su compañía de producción, Kennedy Miller Mitchell, irá a la corte alegando que, aún se les deben $7 millones de dólares que les corresponden bajo contrato.

De acuerdo con el Sydney Morning Herald, en la demanda se especifica que la compañía recibiría esa cantidad como bono, si el “costo neto final” de la cinta, era menor a los $157 millones de dólares, excluyendo algunos costos determinados. El acuerdo también decía que, si la película necesitaba financiamiento adicional, WB se acercaría primero a KMM antes de buscar otra compañía.

George Miller en el rodaje de Mad Max: Fury Road.

 

La compañía de Miller, declara que decisiones hechas por WB, “causaron cambios sustanciales,” que los llevaron a gastos adicionales que dieron como resultado rebasar el presupuesto. “Si esos costos no se toman en cuenta, Mad Max queda por debajo del presupuesto,” explica Justice David Hammerschlag. En adición, la compañía manifiesta que WB llegó a un acuerdo de co-financiamiento con RatPacEntertainment (de Brett Ratner y James Packer), vulnerando el previo acuerdo hecho con Kenney Miller Mitchell y complicando aún más las cosas para el estudio.

Miller y su compañero de producción, Doug Mitchell, añaden:

En pocas palabras, se nos deben ganancias substanciales por un trabajo diligente y minucioso que abarcó más de 10 años en desarrollo del guion, y la preparación, y tres años en la producción de la película.

El dúo continúa:

Ese arduo trabajo, dio como resultado una película que obtuvo gran reconocimiento en todo el mundo. Preferiríamos estar haciendo películas con Warner Bros, que litigar con ellos, pero, después de intentarlo durante más de un año, no pudimos llegar a una resolución satisfactoria, y ahora hemos tenido que recurrir a una demanda legal para resolver las cosas.

Por su parte, Warner Bros responde de manera breve:

No estamos de acuerdo, y nos defenderemos vigorosamente contra estos alegatos.

Lo que nos queda como cinéfilos, es esperar que el asunto legal sea resuelto a la brevedad posible, porque el público se muestra bastante interesado por tener una quinta entrega de Mad Max.