Grandes escándalos del cine: La Sombra del Caudillo

Durante la década de los sesentas, en los últimos años de la época de oro del cine nacional, los cineastas comenzaron a buscar temáticas que resultaran novedosas y que se alejaran de lo que hasta ese momento se había utilizado. Julio Bracho decidió probar suerte con La Sombra del Caudillo, en donde se tocaba el periodo del caudillismo de Obregón y Calles. El director presentó la propuesta ante Gobernación en 1959, y para su sorpresa fue aprobada. La filmación se llevó a cabo sin problemas, e incluso se le permitió grabar dentro de la Cámara de Diputados y el Castillo de Chapultepec.
Para unio de 1960, se realizó la premiere en el Cine Versalles, y se llevó incluso al Festival de Cine de Karlovy Vary, donde fue una de las más aclamadas. Ante una respuesta tan positiva, se le programó para su lanzamiento en el circuito comercial, e incluso se realizó la publicidad y se hicieron los anuncios correspondientes. Pero faltando escasos dos días para el estreno, el Secretario de la Defensa Nacional General Agustín Olachea presionó a Jorge Ferretis, Director General de Cinematografía, para que se detuviera la misma, argumentando que la película denigraba a México y sus instituciones y que ofrecía una visión falsa de la historia y del Ejército mexicano. La misma fue vetada faltando literalmente horas para presentarse, y se ordenó que fuera enlatada hasta nuevo aviso. Hasta la fecha, no se sabe cual fue el motivo del súbito cambio de punto de vista, pues hasta el Secretario de Gobernación Gustavo Díaz Ordaz le aseguró que era una situación pasajera, que pronto se solucionaría. Sin embargo, la prohibición sólo se levantaría hasta 1990, y sigue siendo una de las cintas más controvertidas, y de los escándalos más sonados de la historia del cine nacional.