La metáfora visual

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Como ya hemos mencionado en varias ocasiones, el cine es un medio narrativo, pero es también un medio altamente visual, y por ello, muchos directores se han valido de esta característica para darle mucho más significado a sus producciones. Una de las herramientas de las que se valen para lograrlo es la llamada metáfora visual.
Recibe ese nombre cualquier imagen que proyecte un significado simbólico además del evidente. De hecho, son parte tan importante del lenguaje cinematográfico, que muchos de ellos se han vuelto cliché. Uno de los más usados es el de la pareja que comienza a besarse en una situación íntima, para después moverse y enfocar dos objetos cualquiera, dando a entender que la pareja pasó al sexo. Del mismo modo, la bota del soldado o la oruga del tanque que pasa por encima de una muñeca es más que usado en diversas cintas. Sin embargo, contra cada una de estas bien identificables, existen muchos bastante novedosos, que se convierten en clásicos. Uno de los más recordados es la escena de la ventana en El Exorcista, en donde la luz surgiendo de una sola ventana del edificio nos centra de inmediato en la sensación de amenaza inherente al mismo.
Uno de los mejores ejemplos del uso de este recurso es 2001, en la cual prácticamente todas las escenas importantes son metáforas visuales, e incluso toda la secuencia final es únicamente simbólica, sin un significado real. El entender una metafora visual, servirá para aumentar notablemente nuestra experiencia cinematográfica.