Las ventajas del escándalo

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Una de las cosas que curiosamente pueden hacer más por una película, es que llegue a ser material de escándalos, algo que de inmediato catapultará la cinta a lugares que, posiblemente, no hubiera logrado de otra forma, fenómeno que estamos viendo recientemente con Cincuenta Sombras de Grey, pero que no es ni la primera, ni la última vez que ésto ocurre.
Antes de la década de los cincuentas, el que una película causara escándalo, era más que suficiente como para hacerla fracasar. Los periódicos y revistas evitaban anunciarla para no perder posibles compradores, y la gente evitaba ser vista entrando a la proyección, pues eso sería motivo de vergüenza, por lo que la gente las evitaba a toda costa. Sin embargo, para la década de los sesentas, la cinta Emanuelle vino a cambiar toda la tendencia. Muchas publicaciones reconocieron el fenómeno del cine francés de esos años, y comenzaron a abordarlo como curiosidad, mientras que, por otro lado, la aparición de los cines de arte, o salas para adultos, lo que permitió que la gente acudiera más libremente. En esos años, prácticamente se llenaban las salas de cintas de escándalo, como El Último Tango en París.
A partir de ahí, una gran cantidad de cintas se han visto beneficiadas del escándalo. Algunas bien ralizadas, pero que recibieron un impulso adicional, como 9 y 1/2 Semanas, hasta algunas que sólo lograron triunfar gracias a ello, como La Habitación Azul.
En esta época de internet y redes sociales, un buen escándalo es una bendición, pues no sólo se consigue publicidad gratuita, sino que el mismo morbo garantiza muchas más entradas que otras consideraciones. DE hecho, esta situación se ha vuelto tan habitual, que no dudamos que más de un director busque aprovecharse de las ventajas del escándalo.