The Letters, película que cuenta la vida de la Madre Teresa de Calcuta, se estrenará en Estados Unidos este diciembre. La cinta biográfica está protagonizada por Juliet Stevenson y narra la historia de esta famosa monja católica de origen albanés, desde sus inicios como misionera hasta su muerte en 1997. El nombre de este proyecto se desprende de las cartas que le escribía el Padre Celeste van Exem, quien ha sido catalogado como la guía espiritual de la novicia.
William Riead dirigió y escribió la historia que cuenta con las actuaciones de Max Van Sydow y Rutger Hauer. El largometraje ya ha recibido reconocimientos aquí y ellá pues se llevó el Premio del Público en el Festival de Cine de Sedona el año pasado.
The Letters llegará a las salas de cines estadounidenses este 4 de diciembre. Acá te va el primer adelanto:
https://youtu.be/cyAujrEur-U
Estos documentos revelan a una mujer triste y vulnerable, quien en un punto de su vida se sintió abandonada por Jesucristo. The Letters es contada desde el punto de vista de un sacerdote del Vaticano quien está encargado de investigar a la religiosa luego de su deceso.
Teresa de Calcuta fue una monja católica de origen albanés naturalizada india, que fundó la congregación de las Misioneras de la Caridad en Calcuta en 1950. Durante más de 45 años atendió a pobres, enfermos, huérfanos y moribundos, al mismo tiempo que guiaba la expansión de su congregación, en un primer momento, en la India y luego en otros países del mundo. Tras su muerte, fue beatificada por el papa Juan Pablo II, otorgándole el título de beata Teresa de Calcuta.
El 7 de octubre de 1950, la Santa Sede le autorizó a inaugurar su nueva congregación, a la cual denominó las Misioneras de la Caridad. Según Teresa, su misión desde entonces fue cuidar a «los hambrientos, los desnudos, los que no tienen hogar, los lisiados, los ciegos, los leprosos, toda esa gente que se siente inútil, no amada, o desprotegida por la sociedad, gente que se ha convertido en una carga para la sociedad y que son rechazados por todos».
Aunque inicialmente la congregación tenía sólo 13 miembros en Calcuta, con el tiempo llegó a poseer más de 4 000 integrantes presentes en orfanatos, hospicios y centros de sida de todo el mundo. La congregación ofreció caridad y cuidado a los refugiados, entre los que se contaban ciegos, discapacitados, alcohólicos, ancianos, pobres, personas sin hogar y víctimas de inundaciones, epidemias o hambrunas.