Un embarazo siempre cambiará la vida de una mujer, y por consiguiente de su pareja. Pero para un equipo de producción, la noticia puede ser terrible, en especial si están trabajando sobre tiempo. Sin embargo, para una industria que se especializa en hacer posible lo imposible, existen ya algunos trucos que pueden hacer que la crisis sea fácilmente manejable.
La solución más sencilla, pero que no siempre es la ideal, es acomodar las tomas de modo que las de la actriz en cuestión sean las primeras en tomarse. Pero cuando ella lleva el protagónico, y la producción es demasiado larga, las cosas pueden complicarse.
Afortunadamente, el cine tiene de su lado el uso de los ángulos. Es relativamente sencillo evitar las tomas del pecho hacia abajo, y se le da más importancia a los close-ups. En algunas ocasiones, se llega a utilizar un doble de cuerpo, de modo que la cara sea poco visible, y la diferencia no sea notable al hacer tomas de cuerpo completo.
En otras ocasiones, la producción es la que se encarga de hacer el trabajo, haciendo que la actriz lleve varias bolsas muy grandes frente al cuerpo, documentos, abrigos estratégicamente doblados o que, en el momento en que la cámara se dirige a ellas, está "casualmente" tras de una mesa o el respaldo de una silla, que cubre su vientre.
Como dato curioso, a pesar de los avances del CGI, hasta ahora nunca se ha usado algún truco digital para ocultar estas situaciones.