¿En qué se parece el fútbol a Dios? En la devoción que le tienen muchos creyentes y en la desconfianza que le tienen muchos intelectuales. Eduardo Galeano
Los latinos no inventamos en fútbol, pero si lo recreamos, lo hicimos diferente. Menotti dijo un dia en la tele: ustedes [refiriendose a los latinos] no encontraron el fútbol. El fútbol los encontró a ustedes. Y es que es el juego perfecto para las hordas de niños y jóvenes en las barriadas pobres: con un balón juegan 20. Nacidas de la pobreza, la práctica y la afición no conocen límites. El fútbol devuelve dignidad a las barriadas de donde salen generalmente los astros populares, los chavos pobres para los cuales el fútbol es la única forma de movilidad social.
El lugar que ocupa el fútbol como opción de entretinimento prácticamente no tiene rival y fue evolucionando con el tiempo. Digamos que hace unos quince años se limitaba a la eterna transmisión dominical del "juego del hombre" - ¿así o más machista?- pero con el tiempo las transmisiones se fueron ampliando, incluyendo programas de análisis entre semana y los canales de paga que transimitían juegos de las ligas europeas, o sudamericanas.
Se inventaron torneos nuevos, se modificaron las temporadas. El caso es que el fútbol domina los intereses de la pantalla chica y por supuesto, empieza a ser un tema importante también para la pantalla grande.
Y es que el cine desde una concepción más académica, no solo es entretemiento. Es documento, retrato y crónica. Y es por ello que el cine se ocupa no solo de ser expresión artística contemplativa, sino que también registra los hechos mas relevantes de muchas de nuestras vidas - en lo individual y colectivo. Cine y fútbol parece ser una combinación perfecta. El cine no puede dejar de consignar en la pantalla el fenómeno social y colectivo más popular en todo el mundo y en especial el que convoca a la enorme comunidad latina.
La cantidad de películas que abordan el tema del futbol son muchísimas, llegando al momento cumbre en que de la mano de Emir Kusturica, el documental sobre Maradona llega a Cannes durante la pasada emisión 2008. Pero antes, de eso vimos Gol 1 y 2 ( falta la tres) auspiciada por la propia Fifa y donde además hacen apariciones fugaces las grandes estrellas de futbol europeo (de Beckham para abajo). La historia narra el sueño de muchos chicos latinoamericanos: llegar a ser profesionales, salir de la pobreza, jugar en el fútbol europeo. Las dos primeras han sido éxitos muy taquilleros protagonizadas por Kuno Becker, aunque se dice que la cinta la iba a hacer Diego Luna, que además de actor y famoso, es sabida su gran afición futbolera. Gol es una película importante porque Hollywood se ha ocupado poco del tema, cosa que no sucede en otros lados del mundo.
Otra película memorable por contar con la participación -ni más ni menos- que del Rey Pelé, es Victory (Escape a la victoria, 1981). En primer lugar, está dirigida por John Huston y portagonizada ni más ni menos que por Sylvester Stallone - cuando se creía que podría ser la estafeta de Pacino o de Niro- Max Von Sydow y Michael Caine. Además de Pelé (todo un atractivo en sí mismo) también participaron otros astros del fútbol, como Bobby Moore, Paul Van Himst, Osvaldo Ardiles y Kazimierz Deyna. La película narra la historia de cuando a un general alemán se le ocurre, durante una visita a un penal con prisioneros de guerra, plantearles jugar una especie de partido "amistoso" contra la selección alemana durante la II Guerra Mundial. Los presos ven en este hecho la posibilidad de dejar la prisión y aceptan. La película no es mala, está bien dirigida y contada y además cuenta con el plus de ver a Stallone jugar junto a Pelé.
Pero son todavía más interesantes las películas que tienen el fútbol como marco, pero que se centran en los que están del otro lado de la cancha: los espectadores cuya pasión y aficiones hace del futbol casi una religión. En este rubro están Días de futbol, (España 2003) de lado de la comedia y Hooligans (Inglaterra 2005) un drama desde la perspectiva de las llamadas barras del fútbol inglés. La española narra la monótona y desatrosa vida de unos cuarentones, que deciden volver a formar su el equipo de fútbol añorando cuando tenían 17 años. Hooligans , por su parte, se centra en los aficionados que hace de la porra un estilo de vida. Aquí llama la atención que las escenas de los juegos son muy pocas. El drama está afuera y no tiene nada que ver con la cancha.
En México se hizo Atlético San Pancho en el 2001. Una comedia familiar sobre unos niños de provincia que forman un equipo y tienen como sueño jugar en el Estadio Azteca. Sinceramente de lo mejorcito que se ha hecho en México pensando en el público infantil, y a no ser por la descarada propaganda a Televisa y la Coca Cola, el experimento resulta recomendable.
No es de extrañar entonces que uno de los estrenos más esperados para este cierre de año sea Rudo y Cursi, que además de contar con la participación de los charolastras - famosos por su aversión al América en "Y tu mamá también" -la promoción abre con un juego de fútbol entre los actores y comentaristas deportivos y jugadores. Habrá una estrategia promocional de la película que explotará esta vertiente panbolera que seguro será exitosa, aunque la verdad es que la película promete ser todo un éxito porque hay mucho interés de volver a ver a Gael y Diego juntos.
El nuevo opio de los pueblos para algunos, el mejor ejemplo de la pasión y la lealtad para otros. La más importante de las cosas menos importantes: si, claro el Señor Fútbol.