Punto de quiebre en la ingenuidad ambientalista

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Punto de Quiebre, remake de la película de 1991 con Keanu Reeves y Patrick Swayze, podría haber sido una interesante experiencia de realidad virtual, quizás de las primeras. Una vez que Google, Microsoft, Facebook y demás empresas consoliden sus prototipos, quizás la noción del cine en 3D se expanda a nuevas fronteras. ¿Qué tal si el espectador puede ser parte de la experiencia, y en el caso de esta cinta, escalar grandes montañas junto a los personajes para luego tirarse desde la cima, y volar por las praderas como una versión de Batman, DIY?

Una de las “secuencias de acción extrema” en Punto de Quiebre
Una de las “secuencias de acción extrema” en Punto de Quiebre

Con un par de años más, Punto de Quiebre podría haber sido eso, y quizás, una cinta emocionante. En su lugar, no sólo es una cinta de emoción bastante plana, aporta otra serie de características a la noción errada de lo que implica "salvar al planeta"

En lo que respecta al universo ficticio de la cinta, las estrellas de la NFL bien podrían vivir en un asilo: la razón de existir para Johnny Utah (cuyo nombre podría convertirlo en el primo lejano de Dirk Diggler, y esa película es mucho más interesante) recae en los deportes extremos, y a juzgar por la escena de apertura, esos consisten en conducir motocicletas por un desierto, hasta catapultarse hacia un montículo de tierra, porque el conteo de visitas en YouTube importa más que el sentido de racionalidad y sobrevivencia. Esto hasta que su colega de aventuras perece (en lugar de llegar al montículo de tierra, cae al vacío), causando así un enorme vacío emocional en la mente de Utah. ¿Deportes extremos, o deportes estúpidos?

Luke Bracey, potencialmente perplejo por interpretar a Johnny Utah en esta película
Luke Bracey, potencialmente perplejo por interpretar a Johnny Utah en esta película

Esa pregunta no será resuelta, pero es el problema menos ridículo (y relativamente ofensivo) de la cinta: años después, Utah decide unirse al FBI, por razones que nunca quedan del todo claras. Su primera misión profesional implica, casualmente, un encuentro con su pasado: una obscura organización está cometiendo grandes robos para entregar el motín a poblaciones pobres, tirando diamantes en Mumbai, o millones de dólares en San Luis Potosí. La ejecución de los crímenes es similar a las aventuras de Utah: los maleantes escapan en motocicletas del banco, o se tiran en paracaídas de un avión. Utah debe recuperar su pasado de deportista extremo e unirse al grupo de maleantes en una misión secreta para traerlos a la justicia... En teoría.

Bodhi (Édgar Ramírez), el “malvado” de la película
Bodhi (Édgar Ramírez), el “malvado” de la película

Punto de Quiebre tiene varios objetivos, y la exageración visual termina siendo el más relevante. Esto será un problema para el público interesado en el seguimiento de una narrativa, pero los fanáticos de montajes frenéticos donde se muestran barcos y bikinis y motos y más barcos junto al beat aburrido y en turno se sentirán en casa. El interés de Ericson Core por esta faceta de su película es tan claro, que este se acaba reflejando en los objetivos de su protagonista: se supone que es un agente secreto, y que se debe infiltrar en un yate donde supuestamente encontrará a un miembro del grupo, pero es mucho mejor surfearuna ola inmensa, incluso si se puede morir en el intento, porque es cool. Y el FBI, representando durante el resto de la película por el agente Pappas (Ray Winstone), quien hace de la amargura británica un cliché (por si este no existía desde antes) no parece tener ningún problema. Pero en fin, surfea la ola, casi se muere, y amanece dentro del yate tras se rescatado por Bodhi (Édgar Ramírez, quien afortunadamente puede demostrar su auténtica capacidad actoral en Joy, aún en cartelera). Bhodi resulta ser otro deportista extremo, acompañado de cliché-colegas que observan a Utah con una mezcla de admiración, respeto, y simple arrogancia irracional, inverosímil, y potencialmente absurda. ¿Son estos sujetos los responsables del crimen? Utah debería averiguarlo, pero, oh no, la chica guapa de la película se atraviesa, y el montaje de "seducción" es más importante que cualquier avance en una trama que no parece tener vida desde mucho antes.

¿Cómo salvaremos al planeta esta noche?
¿Cómo salvaremos al planeta esta noche?

En fin, más vale que esos tipos si sean los que busca el FBI, porque Utah se une a sus siguientes aventuras extremas (que, por cierto, son el legado de un deportista extremo que murió en una de ellas, y que quería devolverle a la tierra aquello que le había robado al fusionarse con ella, y son potencialmente mortales, pero #yolo, hay que hacerlas) Esto debería ser el punto más emocionante en Punto de Quiebre, incluso, su razón de ser. Pero es en realidad tan predecible como el resto de la cinta: corte a otro montaje de música e imágenes a extrema velocidad, con tomas de supuesto "vértigo" que ni siquiera pueden cumplir su intención al durar tan poco. Si el objetivo es poner pelos de punta y levantar la respiración, es mejor ver En la Cuerda Floja.

Punto de Quiebre es entonces aburrida, predecible, común y cliché, ¿pero en donde está la parte de "ingenuidad ambientalista" De regreso a las pruebas: Según esta colección de sujetos, que podrían ser el resultado de una alianza comercial entre La Iglesia de la Cienciología y Gatorade, las pruebas son una forma de "devolver" a la tierra, porque el planeta se está muriendo. El principio es adecuado, pero la ejecución de este, no del todo: una de las pruebas, por ejemplo, consiste en destruir parte de una montaña y robarse kilos de oro porque "es de la tierra, y hay que devolverlo" Entonces, ¿destruir millones de años de evolución terrenal es devolverle algo al planeta? Y después, ¿van a rapar a cien focas y ponerles el pelo de sus antepasadas, como una agencia hipster de protección animal? Bien es cierto que el planeta se está muriendo, pero la solución es plantar un árbol. Recolectar agua. Apagar las luces que no se están usando. No destruir una montaña, y mucho menos proponer esa clase de ideas a gente que no tiene idea de que el planeta se está muriendo (que seguramente es bastante) Quizás haya un Punto de Quiebre en realidad virtual en el futuro, y sus protagonistas ayuden a rescatar ballenas o a lanzar tortugas al mar, acompañados de un ejército de koalas. Si esto ocurre, esa será una mejor película para ver. Pero no ahora.

Manuel Cruz

@cruzderivas