Rio. Usa 2011
Dir: Carlos Saldanha
Reparto (voces): Leslie Mann, Jesse Eisenberg, Jamie Foxx, Will I. am
Calificación 3/5
Llegado a este punto es importante decir que los largometrajes de animación están viviendo un momento de encrucijada creativa. Es claro que hay dos premisas fundamentales a la hora de crear, producir y dirigir este tipo de cintas. Por un lado está el alto grado de perfeccionamiento que las técnicas de animación han alcanzado en los años recientes. Imágenes cada vez más sorprendentes, en colores vibrantes y perfectamente sincronizadas con la música y el movimiento hacen que por un momento se nos olvide la segunda: todo ese adelanto tecnológico debería en realidad estar al servicio de una buena historia. La tendencia, sin embargo, parece indicar que la historia es lo de menos: lugares y clichés conocidos con los mensajes acostumbrados de "cree en ti mismo" y "cuida el ambiente" no estarían mal si no fuera porque se ha abusado de ellos en extremo, sin pensar que hay muchos modos de transmitir mensajes igualmente positivos con historias bien construidas.
Río no es la excepción, aunque hay detalles muy positivos dignos de mención: en primera lugar la visión de la Ciudad de Río de Janeiro es poco más que sorprendente. De inmediato te invade la sensación de estar ahí, y de incluir no solo el paradisiaco escenario de las playas y la exótica selva, sino también la "favelas" circundantes. Todo con gracia, estilo y dignidad, a pesar de que el propio Saldanha hace un poco mofa de los brasileños como amantes de la fiesta, el romance y el fútbol.
Para este propósito, el inigualable talento de Sergio Mendes en la musicalización es de gran ayuda. Una excelente selección a ritmo de samba, hacen del soundtrack algo muy disfrutable para una tarde calurosa de fin de semana.
Pero la historia no es en modo alguno algo sobresaliente. La trama se centra en Blu, un exótico guacamayo azul que fue capturado de bebé y perdido rumbo a su entrega final en Minnesota. Una pequeña niña lo encuentra haciendo de él su mejor, y prácticamente su único amigo hasta la adultez, pero Blu es una mascota, nunca ha salido de su jaula y no sabe volar. Sin embargo un día, un doctor en el estudio de las aves, le pedirá ayuda para conservar la especie de Blu, ya que es el único macho que queda de su especie. Blu y Linda terminarán haciendo el viaje a Rio de Janeiro en Brasil, donde el joven guacamayo descubrirá su verdadera naturaleza y por primera vez, deberá enfrentar al mundo para sobrevivir.
Lo demás es como se lo imaginan: conoce a la última hembra, hace nuevos amigos y enemigos y se pierden en Río en vísperas del carnaval. No sé cuántas veces hemos visto la misma historia, pero una cosa es definitiva: la fórmula funciona. Todavía este fin de semana verán papás y mamás con sus niños abarrotando las salas de cine, riéndose juntos y bailando en el asiento. Será por eso que las siguen haciendo, y será por eso también que siguen siendo altamente rentables para los estudios que las siguen financiando.
Lo mejor:
- La recreación de la Ciudad, el Cristo Redentor, la Bahía, el Corcovado. Es verdaderamente sorprendente por bien hecha, por el arte que expresa, y sobre todo por el tributo personal que Saldanha y Mendes rinden a su natal Brasil a través de esta cinta.
- La primera escena con pajaritos de todos colores bailando samba, es excepcional.
- Las escenas del Carnaval también son excelentes. Música y color que llegan a niveles hipnóticos.
- La escena de romance en el techo del tranvía. Flores rosadas callendo e inspiración en portugués. Lindo y bien hecho.
- De la musicalización ya hablamos, pero hace falta resaltarlo. Es excelente.
Lo peor:
- El doblaje juega la mala pasada de llevar a la cinta a niveles poco creíbles. La "chilanguización" de el lenguaje de los personajes, hace pensar que todos hablamos el mismo idioma, y que el choque cultural entre norteamericanos y brasileños se soluciona con un cordial "tranquis".
- Y por cierto, pierde uno la cuenta de cuántas veces se pronuncia en la cinta el mencionado "tranquis", además del "no manches" "chido" y "chale" Un recurso que pretende mover a la risa sin que sea realmente necesario.
- Clichés conocidos y la historia más que predecible, dejan en claro que es para entrener y es difícil pedirle más. Y si una lo sigue señalando es porque quizás no quiere perder del todo la esperanza.