Siempre que se aborda la vida de Jesús de Nazareth, las producciones suelen gravitar en dos extremos al parecer incompatibles: Ya sea el resaltar el aspecto divino del mismo, o apegarse lo más posible al rigor histórico, lo que tiende a humanizar mucho más al mismo. El director Christopher Spencer se lanza a la dura tarea de reconstruir su vida en base a los datos más fidedignos de los que pudo hacerse, demostrando especial cuidado en las costumbres y hechos alrededor del mismo. Pero por otro lado, tiene especial cuidado en mantener todos los elementos divinos de la misma, desde el momento que no se detiene en mostrar hechos como la resurrección y las ascensión. Este intento de compaginar dos aspectos tan difíciles es realmente digno de verse, en especial porque trae tras de sí una serie de excelentes actuaciones que, por si mismas, la hacen digna de no dejarse pasar. Como podemos adivinar, la misma estará llegando a las pantallas para la Semana Santa, lo que le garantizará una excelente respuesta de taquilla. Se trata de un film muy recomendable, incluso para aquellos que no son especialmente creyentes.