siete instantes

El programa "Cineteca va" extiende su red de exhibición a varias sedes del país

Tenemos buenas noticias para nuestros lectores en Durango, Monterrey y Saltillo: A partir del 3 de marzo, el programa Cineteca va extiende su red de exhibición a varias sedes del país

El proyecto es una iniciativa que busca refrendar el compromiso de la Cineteca con la divulgación de cine de calidad en espacios alternativos de exhibición

Conaculta Cine, a través de la Cineteca Nacional impulsó a mediados del 2010, Cineteca va, una iniciativa que busca refrendar el compromiso de la Cineteca con la divulgación de cine de calidad en espacios alternativos de exhibición (en coordinación con universidades, institutos, centros culturales y otras instituciones públicas o privadas) y llegar así a nuevos públicos.

A contunicación, las sedes y las películas que componen este programa:

Siete instantes. La experiencia libertaria en América Latina.

Siete instantes. (Seven moments)  México 2008

Dir. Diana Cardozo

[rating:4/5]

Dentro del programa dedicado al Documental mexicano, se presentó Siete instantes en el Festival Internacional de Cine de Morelia en su edición 2008. Con la presencia de la directora, que al final respondió algunas de las preguntas y comentarios del público, la proyección tuvo mucho éxito y en general fue bien acogida por los asistentes. Hoy se estrena en la Cineteca Nacional, por lo que recuperar esta reseña me parece importante.

La cinta es un trabajo interesante y bien hecho que recoge los testimonios de algunos de quienes participaron en Uruguay en la guerrilla urbana "los tupamaros"  a principios de los años setenta. En su mayoría mujeres, cuentan la historia de cómo ingresan al movimiento, el papel que jugaron en el mismo, su versión de los hechos, y a la distancia, resulta sorprendente poder presenciar el relato intimista de una experiencia de vida tan compleja. Asuntos como los secuestros, la tortura, la clandestinidad, la cárcel y el aislamiento son evocados de una manera espontánea y  sincera con la mirada serena de quien ya no tiene miedo de ocultar nada.

Para muchas de las entrevistadas, es la primera vez que se atreven a contarlo después de tantos años. Y aunque la prevalencia de personajes femeninos  podría sugerir un marcado interés por abordar el tema desde una perspectiva de género, Diana Cardozo afirma que tenía material mixto, pero que al final sin proponérselo, decidió usar las historias de las mujeres porque las sintió mas sinceras. A  ellas les causaba menos conflicto narrar los momentos en que se quiebran a causa de la tortura y el encarcelamiento.